La compañía Pfizer, cuyo CEO es Albert Bourla, está siendo investigada por el gobierno de Estados Unidos y ha recibido solicitudes informales relacionadas con sus operaciones en China del Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos en junio y agosto, respectivamente. En 2012, la farmacéutica acordó pagar 26,3 millones de dólares (22,1 millones de euros) al principal regulador de valores de Estados Unidos como parte de un acuerdo con el gobierno estadounidense tras una investigación sobre su uso de pagos ilegales para obtener negocios en el extranjero, incluidos Rusia, Bulgaria, China e Italia.