Las acusaciones por los precios "desorbitados" del medicamento para la epilepsia, fenitoína, han vuelto a poner de nuevo en el punto de mira a Pfizer, compañía liderada por Albert Bourla. Ahora, la llamada Autoridad de la Competencia y los Mercados (CMA, por sus siglas en inglés), tras reunir más pruebas y evaluar cuidadosamente los hechos, ha acusado a Pfizer de violar la legislación en materia de competencia al cobrar precios "injustamente altos" por las cápsulas de fenitoína sódica. En un comunicado, la CMA ha detallado que la compañía explotó una laguna al eliminar la marca del fármaco, conocido como Epanutin antes de septiembre de 2012, con el efecto de que no estaba sujeto a la regulación de precios de la manera en que lo están los medicamentos de marca. Este aumento de precios hizo que de 2012 a 2013 el gasto de Servicio Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) aumentara de dos millones de libras (2,3 millones de euros) a 50 millones de libras (58,9 millones de euros). O lo que es lo mismo, una subida del 2.200%.