La farmacéutica estadounidense Pfizer, cuyo CEO es Albert Bourla, ha anunciado este martes que pronostican en 2023 una caída mayor de la esperada de las ventas de su vacuna y tratamiento contra la Covid-19, una consecuencia directa de la situación actual del virus y, por lo tanto, de la reducción de los pedidos.
Uno de los ejemplos más claros del nuevo panorama para Pfizer es la idea de la Comisión Europea (CE) de reducir el número de dosis de vacunas que el Ejecutivo comunitario se había comprometido a comprar a Pfizer y BioNTech. Este cambio en los planes supone un gran problema para la farmacéutica y para sus previsiones, que intentarán reducir con la negociación de un precio mayor por las dosis que si van a comprar.