En un comunicado, la Junta Directiva de Sanitat Sols Una ha criticado la “cobardía política” del presidente Ximo Puig al cumplirse dos meses desde la petición de una reunión sobre la reversión que la Consejería de Sanidad tiene programada para el departamento de salud de La Ribera el 1 de abril de 2018. “Sólo faltan tres meses y medio para que Sanidad se encargue de la gestión del Hospital de La Ribera, según los plazos que maneja el Gobierno valenciano, pero nadie en la Consejería ni en el Consell sabe qué hacer ni cómo hacerlo”, aseguran desde esta organización.
Desde la Junta explican que la gestora de la asociación pidió una reunión con el presidente Puig “para exponerle a él en persona, desde el punto de vista de los profesionales, porque nosotros no somos políticos, cuáles serán las consecuencias de la reversión, si es que finalmente la llevan a cabo”.
Según la directiva de esta asociación, que representa a más de 1.600 profesionales y ciudadanos en favor del modelo Alzira y que ha recogido más de 20.000 firmas en change.org, “a 100 días de la reversión ya hemos visto que el personal a extinguir puede recibir una carta de despido como la de los 89 farmacéuticos hace dos semanas, que la escasa inversión anunciada no se ha concretado y puede esfumarse por la falta de liquidez del Gobierno, y que las listas de espera crecen exponencialmente en los hospitales de la Consejería mientras en los nuestros se mantienen o bajan”. Continúan: “No queremos pasar el calvario que aseguran que están pasando las plantillas de los consorcios que han pasado a depender de la Generalitat en la gestión, con despidos, pleitos, eliminación de especialidades, falta acucian de profesionales como cirujanos infantiles y prácticas que están siendo denunciadas incluso por los sindicatos, a quienes por cierto, ahora intenta callar la vicepresidenta”, aseguran desde Sanitat Sols Una.
“No queremos pasar el calvario que aseguran que están pasando las plantillas de los consorcios que han pasado a depender de la Generalitat en la gestión, con despidos, pleitos, eliminación de especialidades, falta acucian de profesionales como cirujanos infantiles y prácticas que están siendo denunciadas incluso por los sindicatos, a quienes por cierto, ahora intenta callar la vicepresidenta”
“Cuando pedimos la reunión con el presidente Puig hace algo más de dos meses queríamos hacerle entrega simbólica de las 20.421 firmas recogidas en change.org y, además, advertirle de las consecuencias que de la reversión, algunas de las cuales empiezan ya a pasar factura a pacientes y profesionales, por el bloqueo de la Consejería a muchas de las decisiones que afectan a la gestión diaria del Hospital”, aseguran desde esta organización. Entre otras, explican, la imposibilidad de contratar personal, de facilitar contratos indefinidos (actualmente el 90% de la plantilla es fija) y de garantizar futuros tratamientos que dependen de inversiones que la concesionaria sí que tiene previstas pero no la Consejería, según manifiestan.
De este modo, desde la asociación que defiende el Modelo Alzira aseguran que la Consejería de Sanidad “no va a poder gestionar el Hospital de La Ribera de la misma forma en la que lo hace la concesionaria y, por tanto, será imposible que preste el mismo servicio. Para empezar, tienen horarios más limitados de atención a los ciudadanos, por lo que si se revierte el Hospital de La Ribera, se dejará de operar por las tardes y como consecuencia, se aplazarán más de 30 operaciones cada día. No hay que ser un genio para darse cuenta de que en pocos meses, las listas de espera serán inasumibles. Y eso es sólo un ejemplo”, aseguran en el comunicado.