Toni Comín, consejero de Salud de Cataluña, ha movido ficha, según recoge Crónica Global , durante su última intervención en el Parlament, ha asegurado que expulsará del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública (SISCAT) a los hospitales privados Clínica del Vallés y el Hospital General de Cataluña.
Más allá de esta rabieta por “devolver su esencia al modelo SISCAT, que solo debe integrar operadores hospitalarios sin ánimo de lucro”, ¿ha pensado Comín en qué pasará con los trabajadores de dichos centros?¿y con sus pacientes?
Los trabajadores ya han manifestado que no se van a quedar de brazos cruzados, “también somos trabajadores catalanes”, y, según fuentes sindicales, están estudiando qué protestas llevar a cabo, así como pedir una reunión con el consejero.
A los pacientes les espera un peor panorama, ¿dónde y cuándo recibirán sus tratamientos? Tanto la Clínica del Vallés como el Hospital General de Cataluña realizan una actividad complementaria para evitar el colapso del Hospital Parc Taulí.
Hablando de financiar, tampoco se sabe cómo espera el consejero pagar las indemnizaciones por incumplir los contratos de los centros privados, o de los trabajadores que se vean afectados y, por tanto, despedidos, ya que, la Generalitat todavía adeuda más de 200 millones de euros a las farmacias catalanas.
No conforme con anunciar la “inminente” expulsión de estos dos centros, Comín también ha señalado el Sagrat Cor, hospital del grupo Quironsalud, como el siguiente en caer, aunque en este caso ha aplazado la decisión “por la complejidad del tema” y en busca de “en manos de qué operador público se dejara la gestión” de dicho centro.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Comín quiere expulsar de forma inminente a la Clínica del Vallés y el Hospital General de Cataluña del SISCAT
Sin embargo, lo relevante de la información no es esta intención del nuevo gobierno catalán (pues ya lo llevaban en su programa electoral), sino que quiere hacerlo en los próximos días, algo casi imposible debido a los contratos que ambos centros tienen con la Generalitat, y que el caso de la Clínica del Vallés finaliza el próximo mes de agosto, pero el del Hospital General no es hasta el año 2021.Más allá de esta rabieta por “devolver su esencia al modelo SISCAT, que solo debe integrar operadores hospitalarios sin ánimo de lucro”, ¿ha pensado Comín en qué pasará con los trabajadores de dichos centros?¿y con sus pacientes?
Los trabajadores ya han manifestado que no se van a quedar de brazos cruzados, “también somos trabajadores catalanes”, y, según fuentes sindicales, están estudiando qué protestas llevar a cabo, así como pedir una reunión con el consejero.
A los pacientes les espera un peor panorama, ¿dónde y cuándo recibirán sus tratamientos? Tanto la Clínica del Vallés como el Hospital General de Cataluña realizan una actividad complementaria para evitar el colapso del Hospital Parc Taulí.
Si lleva a cabo las expulsiones, el Hospital Parc Taulí y el Clínic se verán colapsados
Comín ha asegurado que “se reforzará la actividad pública del Parc Taulí y del Hospital Clínic”, aunque, según los profesionales, esto no es suficiente, teniendo en cuenta que no pueden ampliar plantilla, no pueden hacerse más horas extras y no hay dinero para financiar las operaciones.Hablando de financiar, tampoco se sabe cómo espera el consejero pagar las indemnizaciones por incumplir los contratos de los centros privados, o de los trabajadores que se vean afectados y, por tanto, despedidos, ya que, la Generalitat todavía adeuda más de 200 millones de euros a las farmacias catalanas.
No conforme con anunciar la “inminente” expulsión de estos dos centros, Comín también ha señalado el Sagrat Cor, hospital del grupo Quironsalud, como el siguiente en caer, aunque en este caso ha aplazado la decisión “por la complejidad del tema” y en busca de “en manos de qué operador público se dejara la gestión” de dicho centro.
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