La Medicina de Familia y Comunitaria es la especialidad más requerida por el Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, se trata también del ámbito formativo que menos interés despierta cada año en los aspirantes MIR. Tras el examen de formación sanitaria especializada celebrado este pasado sábado, se espera que puedan cubrirse las 2.492 plazas destinadas a los médicos de familia para este 2024. Una circunstancia que en los pasados cursos no se ha logrado, quedando vacantes de manera recurrente -131 en 2023-.
Por todo ello, la problemática de hacer más atractivo el primer nivel asistencial no es una novedad. Tanto los responsables sanitarios como los propios colectivos profesionales de Atención Primaria son conscientes de que, sin incentivos, los aspirantes a ocupar un puesto en el SNS van a preferir decantarse por otras especialidades con menos sobrecarga asistencial y mejores condiciones laborales. No en vano, la AP es el pilar de nuestra Sanidad y el lugar prioritario donde acuden los pacientes, sirviendo como cribado de los casos más graves y descongestionando el resto de niveles asistenciales.
"El Ministerio de Sanidad y todas las CC.AA. han de emplearse conjuntamente para que la Atención Primaria sea atractiva y permita a los médicos aplicar todo lo que han aprendido"
La propia ministra del ramo, Mónica García, aseguró en la previa del examen MIR que "desde Sanidad se han hecho grandes esfuerzos para ampliar las plazas de Familia y Comunitaria; de hecho, desde 2018 hay 600 plazas más". Por otra parte, puso sobre la mesa que conseguir un efecto llamada de los facultativos hacia la AP pasa por un trabajo conjunto entre el Gobierno central y las autonomías. "El Ministerio de Sanidad y todas las CC.AA. han de emplearse conjuntamente para que la Atención Primaria sea atractiva y permita a los médicos aplicar todo lo que han aprendido durante estos años de formación", remarcaba García.
Para encontrar la manera de revalorizar el primer nivel asistencial no hace falta irse muy lejos. En otros países europeos los médicos de familia son considerados como la base de todo el sistema sanitario, reconociendo su importancia a la hora de articular la estructura asistencial y siendo los responsables de derivar al paciente hacía el resto de especialistas. Una realidad que todavía no se percibe en España, donde este colectivo médico lamenta que aún se considera al médico de familia como "un facultativo de segunda". Una percepción que ha de cambiarse de manera urgente ante los importantes desafíos que acometerá la sanidad.
A nivel profesional habilita para desarrollar “infinitas” labores como, por ejemplo, “Dermatología, infiltraciones, ecografía, mucha psiquiatría, etc
En esta línea, la vocal de Tutores y Residentes de Semergen, Dra. Mª José Gamero, invitaba este lunes, a través de redes sociales, a que todos los aspirantes de formación sanitaria especializada apuesten decididamente por la Medicina de Familia en su elección MIR. “Esta especialidad te permite aplicar la medicina en 360 grados, tanto a nivel personal como profesional”. Por un lado, a nivel profesional habilita para desarrollar “infinitas” labores como, por ejemplo, “Dermatología, infiltraciones, ecografía, mucha psiquiatría, etc. Todo lo que tú quieras”, remarcaba.
Por otro lado, la portavoz de Semergen puso en valor también lo enriquecedor de este trabajo en una faceta más humana y personal. “La Medicina de Familia te permite un contacto más cercano con el paciente y poder resolver sus problemas médicos hasta en un 85% de los casos. Por eso es una medicina plena y vocacional, que te permite un gran desarrollo y cuidar verdaderamente de los demás”, concluía en su alegato en favor de la AP. De este modo, la solución a las posibles vacantes pasaría también por despertar esta vocación y potenciar contenidos relacionado con la especialidad desde la propia universidad.
SOBRECARGA Y PRECARIEDAD
Más allá de apelar a la vocación de los propios médicos, el ejercicio en el ámbito de la Medicina de Familia y Comunitaria ha de hacerse atractivo en base a una mejora de las condiciones laborales y retribuciones acordes al enorme esfuerzo que soporta la Atención Primaria. Hasta entonces los jóvenes MIR preferirán elegir otras especialidades o incluso repetir de nuevo el examen al año siguiente para evitar estas plazas. En este marco, los profesionales de AP han venido reivindicando a desde hace tiempo –especialmente tras la pandemia- un refuerzo decidido por parte de todos los responsables sanitarios de los recursos destinados al primer nivel asistencial.
En el foco del problema se encuentra la propia falta de efectivos médicos, que hace que los que ejercen tengan que redoblar su trabajo y dar respuesta a cada vez más pacientes
Las sucesivas protestas de los facultativos han cristalizado en importantes presupuestos autonómicos para AP de cara a este 2024, asimismo las consejerías de Sanidad han concretado acuerdos con los sindicatos médicos en términos como la reducción de agendas, mejoras retributivas, desburocratización del trabajo, jornadas de 35 horas semanales o no penalizar a los facultativos que deseen compatibilizar sanidad pública y privada. Sin embargo, muchas de estas promesas continúan pendientes de llegar de manera efectiva a los centros de salud.
En el foco del problema se encuentra la propia falta de efectivos médicos, que hace que los que ejercen tengan que redoblar su trabajo y dar respuesta a cada vez más pacientes. Una pescadilla que se muerde la cola, llevando a que la Atención Primaria sea progresivamente menos atractiva y se supedite a la necesidad de facultativos extracomunitarios. En definitiva, el Ministerio de Sanidad y las CC.AA. tienen que encontrar la manera de poner la Medicina de Familia y Comunitaria en el lugar de importancia que merece respecto al resto de especialidades, más teniendo en cuenta que es el engranaje que asegura la asistencia sanitaria en todo el territorio –incluidos los pequeños pueblos-.