Las secuelas producidas por Covid-19 contraído en el puesto de trabajo de una trabajadora de Osakidetza se han reconocido como accidente laboral. Esta sentencia ya es firme, puesto que ni el Servicio Vasco de Salud ni Mutualia la han recurrido.
Concretamente, el pasado 17 de septiembre, la central sindical ESK anunciaba que una sentencia, en primera instancia, reconocía como accidente de trabajo las secuelas de una trabajadora de Osakidetza producidas por Covid-19 contraído en el puesto de trabajo y ha indicado que después les han comunicado que ni Osakidetza ni Mutualia han recurrido la citada sentencia, por lo que deviene en firme.
Los hechos se produjeron en 2020, durante la crisis sanitaria y en el ejercicio de las funciones de la trabajadora. Por ello, en la sentencia quedó acreditada "la relación de causalidad de la infección con su situación actual de salud".
"Han tenido que ser en los tribunales los que dejen claro lo que todos y todas sabíamos"
ESK ha denunciado que "han tenido que ser en los tribunales los que dejen claro lo que todos y todas sabíamos" y ha asegurado que se alegra de que "por fin se reconozca que este tipo de secuelas están directamente relacionadas con el trabajo que compañeras y compañeros han realizado, con precarios equipos de protección en muchas ocasiones, en los peores momentos de la pandemia".
"Nos alegramos -han incidido- de que tanto Osakidetza como Mutualia hayan decidido no recurrir esta sentencia dando así por buenas las argumentaciones planteadas por ESK y la propia trabajadora en el juicio".
La central sindical ha invitado a Osakidetza a que "los recursos que utilizó durante el juicio para evitar que estas secuelas se reconozcan como accidente de trabajo los emplee en proteger la salud de la plantilla".