El Departamento de Salud del Gobierno Vasco, en el marco del Día Mundial del Ictus, que se conmemora cada año el 29 de octubre, trabaja en la elaboración de una nueva estrategia para mejorar la respuesta y la atención a las personas que sufren "enfermedades tiempo-dependientes", como el ictus o el infarto agudo de miocardio. Según ha explicado, en esta estrategia se incorporarán nuevas perspectivas en su abordaje y se adoptará "un enfoque más amplio, orientado a reducir el impacto de estas patologías".
Las llamadas patologías tiempo-dependientes son aquellas en las que el tiempo transcurrido entre la aparición de los síntomas y la intervención médica determinan el pronóstico del paciente. Entre ellas, además del infarto y el ictus isquémico, se incluyen el trauma grave y la sepsis. Con esta estrategia, Salud busca establecer un marco que permita a todos los agentes implicados identificar y poner en marcha las actuaciones prioritarias para atender episodios agudos que representan "un riesgo inmediato para la vida".
En la actualidad, el Departamento cuenta con un Plan de Atención a Pacientes con Ictus de Euskadi y, además, los recursos dirigidos a la atención de pacientes de ictus en Euskadi se organizan en la red Iktus Kodearen Euskal Sarea, Código Ictus, que "aseguran la cobertura de la población atendida por el sistema sanitario público vasco".
Osakidetza atendió a cerca de 8.900 personas que han sufrido un ictus, de ellas el 54,5% hombres y el 45,5% mujeres
En 2023, Osakidetza atendió a cerca de 8.900 personas que han sufrido un ictus, de ellas el 54,5% hombres y el 45,5% mujeres. Más de la mitad de los pacientes tienen más de 75 años y el 40% de los casos registrados pertenecen a personas de entre 46 y 75 años. Por territorios, en Álava se atendieron 1.101 pacientes con esta enfermedad, 4.445 en Bizkaia y 3.373 en Gipuzkoa.
La Consejería ha advertido de que "cobra especial importancia la prevención" a través del fomento de los hábitos de vida saludable y del ejercicio, así como mediante el control de los factores de riesgo vascular, el más importante es padecer hipertensión, seguido por la diabetes hipercolesterelomia y la fibrilación auricular. El tabaquismo, el sedentarismo, la dieta no saludable, la obesidad extrema, el alcoholismo, el consumo de drogas o el estrés son otros de los factores que pueden afectar y que, según ha subrayado Salud, "son modificables o controlables".
La mortalidad en Euskadi por enfermedades cerebrovasculares ha disminuido en el periodo 2001-2014 un 4,8% anual, mientras que este descenso ha alcanzado un 3,8% anual en el periodo 2014-2023. Por sexos, entre los hombres la reducción ha sido de un 4,2% anual a lo largo de todo el periodo. En el caso de las mujeres, se ha anotado un descenso entre 2001 y 2014 de un 5,1% anual y desde 2014 a 2023 de un 2,7% anual.
"La concienciación y dar a conocer los síntomas es imprescindible para que la ciudadanía sepa identificar sus señales y pueda actuar de manera inmediata"
En palabras de los responsables del Departamento de Salud, "la concienciación y dar a conocer los síntomas es imprescindible para que la ciudadanía sepa identificar sus señales y pueda actuar de manera inmediata". De hecho, han advertido, "la rapidez en la actuación es un factor clave en la supervivencia y la disminución de las secuelas".
Por ello, se aconseja llamar al 112 si se sufren síntomas como pérdida de fuerza en brazo, pierna o cara, pérdida de visión total o parcial o visión doble, pérdida o dificultad en el habla, inestabilidad o desequilibrio e incapacidad para andar, dolor de cabeza muy intenso, o sensación de hormigueo o acorchamiento en la cara, brazo o pierna de un lado del cuerpo.