El Consejo de Gobierno ha establecido un nuevo modelo de gestión de la prestación farmacéutica en las residencias de personas mayores. Un sistema más eficiente y seguro que, como ha asegurado la Consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, “contribuye a un mejor servicio en los mismos que va a seguir mejorando con el próximo decreto que regulará los centros residenciales para personas mayores con la finalidad de garantizar a las personas que lo precisan el derecho a recibir unos servicios de atención residencial de calidad”.
Se creará una Unidad de Farmacia Sociosanitaria en la que se preparará la medicación de las personas residentes en dosis personalizadas
Cada residencia tendrá su servicio de farmacia o depósito, su personal farmacéutico y contará con una Unidad de Farmacia Sociosanitaria pionera que preparará la medicación de las personas residentes en dosis personalizadas que posteriormente entregará, de manera periódica, a las residencias. Esto permitirá un ahorro anual de 2,5 millones de euros al Gobierno Vasco.
NUEVO MODELO DE GESTIÓN
El envejecimiento progresivo de la población conlleva una mayor necesidad de cuidados y de medidas de apoyo en el ámbito de la salud. Uno de los recursos más demandados es el aumento de número de prescripciones y consumos de medicamentos por persona. Se estima que las personas residentes en es este tipo de centros consumen anualmente alrededor de 1,5 millones de recetas de medicamentos, lo que supone una media de consumo anual de casi 75 recetas por persona. Esto supone con un coste total de 20 millones de euros al año.
Este hecho obliga reformular el modelo de gestión de la prestación farmacéutica tanto en residencias de titularidad pública como privada. En este sentido, el Consejero de Salud Jon Darpón ha afirmado que “este nuevo modelo redundará en una mayor seguridad y calidad de la prestación farmacéutica a las personas mayores que viven en las residencias de Euskadi, y, al mismo tiempo mejorará su eficiencia”.
El nuevo decreto ofrece una mayor seguridad y calidad de la prestación farmacéutica
Los objetivos básicos para ese nuevo decreto consisten en garantizar a las personas usuarias los cuidados y la asistencia personal para realizar las actividades de la vida diaria, mantener su autonomía personal y fomentar el desarrollo personal, la adquisición de habilidades y evitar su deterioro; el desarrollo de actividades orientadas a mantener sus relaciones con el entorno comunitario y a participar en el mismo; la realización de relaciones con la familia y con otras personas residentes o ajenas al medio residencial y participen en la vida del centro; y favorecer su sentimiento de seguridad.