La supervivencia a 5 años de las personas a las que les fue detectado cáncer colorrectal a través del programa de cribado de Osakidetza es un 20% superior a la de quienes no participaron en dicho programa de detección temprana implantado por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Ésta es la principal conclusión de un estudio realizado por especialistas de Osakidetza y que ha sido publicado en el último número de la prestigiosa revista científica European Journal of Gastroenterology and Hepatology.
Este incremento de la supervivencia en las personas participantes en el programa de cribado de cáncer de colon y recto supone que el País Vasco ha rebasado ya en 2017 las previsiones que el modelo teórico contemplaba alcanzar en 2030; una fecha en la que los resultados podrían superar con creces las previsiones iniciales, teniendo en cuenta que el programa vasco de cribado en uno de los que mayor participación obtiene en todo el mundo y el que más en el estado.
El País Vasco ha superado en 2017 las previsiones teóricas fijadas para 2030
Según subrayan los autores del estudio, con estas cifras de participación es muy plausible que en el futuro no solo se mejore la supervivencia, sino que se reduzca incluso la incidencia de aparición de nuevos cánceres, al permitir el diagnostico y extirpación curativa mediante colonoscopia de lesiones pre-malignas que en su evolución natural se transformarían en malignas en unos años y precisarían cirugia abdominal compleja combinada en ocasiones con quimioterapia u otras terapias.
El programa de detección precoz de cáncer colorrectal de Euskadi cumple precisamente una década desde su implantación por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. En ese tiempo, ha permitido detectar y tratar 26.856 lesiones premalignas (adenomas avanzados) y malignas (cánceres invasivos) de las cuales el 69,6% fueron diagnosticados en hombres y el 30,4% en mujeres. Del total de los cánceres invasivos diagnosticados en estos 10 años, el 69% se encontraron en estadios iniciales (I-II) lo que supone una mejor calidad de vida, una mayor supervivencia y una importante mejora con respecto a la situación anterior al cribado, en la que sólo el 40% se encontraron en estos estadios precoces.
La “población diana” de estos programas son personas entre 50 y 69 años
Las personas entre 50 y 69 años constituyen la “población diana” de los programas de diagnostico precoz de cáncer colorrectal; un rango de edad definido por estándares internacionales, ya que es el grupo en que la participación resulta beneficiosa. Para llegar a la población diana de Euskadi, el Programa de Osakidetza se basa en la planificación y coordinación de recursos materiales y de profesionales. La población diana de Euskadi es de 591.744 personas, de las cuales el 51,4% son mujeres, lo que supone el 27,2% de la población, según los datos de población del EUSTAT. Desde su puesta en marcha hasta este primer trimestre de 2019, el Programa de Osakidetza ha invitado a participar, al menos en 3 ocasiones, al 100 % de la población diana de Euskadi.
El envío de kit a los domicilios de las personas, la implicación de Atención Primaria, la calidad de las colonoscopias de cribado y la monitorización centralizada son pilares fundamentales de un programa a cuyo éxito han contribuido el esfuerzo continuado y el trabajo realizado tanto en dotación de recursos e inversión como en organización e implicación de los y las profesionales de Osakidetza y la trascendental implicación de la población.
DIVERSOS PROGRAMAS DE DETECCIÓN PRECOZ
Los programas de cribado poblacional que impulsa el Departamento dirigido por Jon Darpón tienen como objetivo detectar tempranamente lesiones precursoras de cáncer y cáncer en estadios iniciales para incrementar la supervivencia y la esperanza de vida en la población. Además del cribado de cáncer colorrectal, en el que el logro de los objetivos está reconocido internacionalmente que se logran, Osakidetza lleva a cabo el de cáncer de mama, y ya está desplegando el de cáncer de cérvix. Todo ello, en el marco del Plan Oncológico de Euskadi, puesto en marcha el pasado mes de julio con el fin de reducir los tiempos de diagnóstico y mantener la mejora continua en la supervivencia a esta enfermedad, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno del lehendakari Urkullu.