Nekane Murga, consejera de Salud del País Vasco, Xabier Sagredo, presidente de BBK y Luis Castaño, director del Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces Bizkaia han visitado el Banco de Pruebas de Enfermedades del Sistema Nervioso ubicado en el Edificio 3 de Biocruces Bizkaia.
Durante la visita han estado acompañados del director general de Osakidetza, Juan Luis Diego, así como de distintos representantes del Departamento de Salud y Osakidetza. Además, han intercambiado sus impresiones con pacientes y con los profesionales del centro.
Este Banco cuenta con una superficie de 620 m2 y desarrolla una actividad de investigaciones avanzadas mediante la incorporación de técnicas robóticas, serious games o realidad virtual entre otras.
El objetivo de los proyectos de investigación que se están desarrollando se centra en demostrar la efectividad de los exoesqueletos robóticos aplicados en dos contextos clínicos con mucho impacto sociosanitario: pacientes con lesión medular y niños y niñas con parálisis cerebral.
Uno de los grandes problemas que presentan los niños con parálisis cerebral son los déficits en el control postural
Si ponemos la atención en el ensayo clínico que se realiza con pacientes diagnosticados de una lesión medular completa o incompleta, el objetivo de la investigación pasa por la mejora de la autonomía así como la reeducación de la marcha autónoma, reduciendo en más de un 50% el tiempo en relación con el reportado por el tratamiento rehabilitador convencional.
Estamos ante un estudio que logrará incrementar la autoconfianza y la calidad de vida de estos pacientes con una influencia directa en el automanejo de la enfermedad.
Uno de los grandes problemas que presentan los niños con parálisis cerebral son los déficits en el control postural. Debido a su patología estos niños ven afectado el equilibrio y la estabilidad de su postura lo que les dificulta la deambulación.
El objetivo del ensayo clínico es la mejora tanto de la evolución clínica como de los parámetros de la marcha mejorando de esta forma la calidad de vida de estos pacientes. Estos se trabaja mediante la utilización de un exoesqueleto que, junto con un arnés, el paciente recupera la sensación de estar de pie y caminar.