“Es evidente que el reto por el futuro de la salud nos une y denota un grado de sintonía para avanzar hacia futuras fases que nos exigirán aún mayor dedicación y complejidad”. Así ha valorado el consejero de Salud del Gobierno Vasco, Alberto Martínez, las primeras cuatro semanas de trabajo por el Pacto vasco para la Salud. Esta primera fase, correspondiente al diagnóstico, ya se encuentra en su recta final.
El responsable de la cartera ha hecho un balance de sus primeros cien días al frente de la consejería de Salud, así como de las actuaciones abordadas para la gestión de la salud a corto, medio y largo plazo.
En un encuentro en Bilbao con medios de comunicación ha adelantado que este miércoles tendrá llevará a la segunda reunión del Pacto el documento que incluye aportaciones de los diferentes agentes implicados. Martínez ha agradecido su labor, actitud y compromiso, al igual que el papel que desempeña el catedrático Javier Meana, coordinador del foro impulsado por el Lehendakari.
“Han sido cuatro semanas de mucho dinamismo, en torno a un objetivo común, que no es otro que articular las diferentes políticas y programas alrededor de una visión integral de salud, de su presente y de su futuro”
“Han sido cuatro semanas de mucho dinamismo, en torno a un objetivo común, que no es otro que articular las diferentes políticas y programas alrededor de una visión integral de salud, de su presente y de su futuro”, ha destacado Martínez.
Además, el consejero se ha mostrado optimista por los primeros pasos de esta fase que, según ha informado, han permitido encontrar espacios comunes sobre el diagnóstico con el que empezar a tratar los principios sobre los que posteriormente se asentarán las estrategias y acciones de futuro, en lo que formarán las cuatro fases de la dinámica de trabajo compartido, necesarias para transitar hacia un nuevo paradigma de sistema de salud más proactivo, preventivo, integrado y comunitario.
Por último, Martínez ha afirmado que la sociedad vasca –y también a escala mundial- se enfrenta a un gran reto. “No somos una isla; las dificultades sanitarias globales nos impactan, pero ello no obsta para que asumamos la responsabilidad que nos corresponde a la hora de abordar una solución local, respecto al sistema público vasco de salud”, ha subrayado. “Disponemos para ello de un sistema sanitario sólido, con bases muy potentes, y profesionales muy cualificados, además de recursos económicos y normativos propios, y herramientas de gestión singulares que vamos a seguir desarrollando, sin dejar de explorar todo tipo de soluciones a nuestro alcance”, ha concluido.