Tamara Contreras, médico especialista en Cuidados Intensivos y defensora del fin de las guardias médicas de 24 horas, ha recordado esta mañana a la Ministra de Sanidad, Mónica García, que hoy se cumplen seis meses desde que se comprometió a abordar este problema. Contreras enfatizó la falta de avances en este tiempo y la urgencia de una solución, subrayando la importancia de la calidad del cuidado médico en situaciones críticas.
“Llegas a urgencias. Estás muy grave y un médico tiene que tomar una decisión que podría ser crucial para tu vida. ¿Prefieres que ese médico esté despejado o que lleve 20 horas sin dormir?”, planteó Contreras en su campaña de recogida de firmas, que ya ha alcanzado las 110.000 firmas desde su inicio.
En marzo, Contreras se reunió con García, quien se comprometió a limitar las guardias a un máximo de 17 horas, asegurando que esto no implicaría una reducción en las retribuciones de los profesionales. Sin embargo, la doctora expresó su preocupación de que, a pesar de la buena intención, no ha habido avances concretos en la implementación de este compromiso.
"Nadie aquí va a morir por mi culpa, porque yo no haya dormido suficiente”
Recientemente, Contreras se volvió viral tras su intervención en el Congreso durante las Jornadas por una Estrategia Nacional de Sueño Saludable, donde criticó la carga laboral que enfrentan los médicos. “No es mi zona de confort estar hablando delante de autoridades, pero tengo un truco: pensar que nadie aquí va a morir por mi culpa, porque yo no haya dormido suficiente”, afirmó.
A pesar de los desafíos, Contreras continúa su lucha, instando a la ciudadanía a respaldar su petición. “Gracias a vuestras firmas, logré reunirme con la ministra, pero no ha sido suficiente. Debemos seguir hasta que el fin de las guardias de 24 horas sea una realidad”, concluyó.
Esta mañana, a través de sus redes sociales y un mensaje al Ministerio de Sanidad, Contreras reiteró que García tiene “un compromiso pendiente” no solo con los médicos, sino también con los pacientes. Recordó que los turnos largos aumentan la fatiga y los errores médicos, lo que afecta la atención que reciben los pacientes. “Esto tiene que acabar”, sentenció.