Este pasado lunes las matronas vascas decidieron salir a la calle para protestar por las condiciones laborales que sufren fruto de la falta de personal. El Sindicato de Enfermería de Euskadi, quien organizó esta huelga, reclama con ello que Osakidetza invierta en más recursos para ofrecer "una asistencia de calidad a las mujeres" y ha advertido que son necesarias unas 200 profesionales más en el territorio vizcaíno para alcanzar los ratios europeos, porque, con las actuales 215, atienden a "muchísimas más mujeres de las que les corresponden".
Bajo el lema "Matronas sin sustitución, mujeres sin atención" cientos de personas recorrieron las calles de Bilbao hasta llegar a las puertas de la delegación de Salud. Una de estas sanitarias presentes en la jornada reivindicativa fue la secretaria general de Satse Euskadi, Amaia Mayor, quien explica a ConSalud.es que la falta de matronas en el País Vasco es “una cuestión que viene de lejos, incluso de antes de la pandemia”. Se trata de enfermeras que tras su grado dedican dos años a especializarse en el campo de la obstetricia y ginecología, por lo que “no es tan fácil formar profesionales de este perfil”, remarca.
“Se retiran del sistema sanitario todos los años más matronas de las que muchas veces somos capaces de reponer. Esto preocupa bastante al colectivo, al constatar que no somos suficientes”
Desde el sindicato enfermero relatan que “hubo unos años en los que se produjo un parón en la formación de este tipo de personal”, fruto del cual ahora vienen sufriendo un déficit importante que afecta a la hora de asegurar el oportuno relevo generacional. “Se retiran del sistema sanitario todos los años más matronas de las que muchas veces somos capaces de reponer. Esto preocupa bastante al colectivo, al constatar que no somos suficientes”, insiste Mayor, quien apunta también que “cada vez son más las competencias que deben asumir”.
En relación con las competencias, la enfermera especialista en ginecología y obstetricia, ha de acometer labores que van más allá de su presencia en el paritorio. Tenemos que tener en cuenta que las matronas no se circunscriben solamente la atención al parto, sino que hacen el seguimiento de la salud de las mujeres durante toda la vida: planificación familiar, cribados de cáncer de cérvix, educación en la diversidad de género, salud sexual y reproductiva, etc. “La verdad es que las competencias cada vez son mayores y el colectivo sigue siendo el mismo, es decir, bastante escaso”, reitera.
La protesta se ha centrado en trasladar a Osakidetza que debe incrementar las ratios de matronas por mujeres, hasta igualarlos a los que “existen a nivel europeo”
Aparte de esto, la protesta se ha centrado en trasladar a Osakidetza que debe incrementar las ratios de matronas por mujeres, hasta igualarlos a los que “existen a nivel europeo”. Asimismo, señalan que en muchas localidades y puntos urbanos del País Vasco no se tiene en cuenta la proporción de mujeres que viven allí y que, muchas veces, es más elevado de lo habitual. Lo que obliga a que en algunos pueblos la matrona se vea obligada a concertar una cita con la paciente en “una localidad diferente” por verse sobrepasado el cupo de consultas en esa primera localidad.
Más allá de todo, Amaia Mayor destaca que la principal preocupación de su colectivo pasa por velar por la atención que se prestan las mujeres. “La escasez de matronas lleva a que durante los meses de verano -desde hace muchísimos años- Osakidetza haya decidido dejar de brindar asistencia en una serie de cuestiones como, por ejemplo, el cribado del cáncer de cérvix, que nos parece súper importante, o la planificación familiar, para centrarse exclusivamente en la atención al parto y postparto. Esto supone una merma en los servicios que se dan a las mujeres”, denuncia.
“No existe un protocolo claro para derivar a estas pacientes sin cita por exceso de agenda y se deja a responsabilidad de la propia matrona denegar un servicio que ella entiende que debería dar, pero no puede”
No en vano, la llegada del verano no ha hecho más que acrecentar las dificultades que vive este colectivo. Las matronas tienen “serias dificultades” para asimilar las agendas de las compañeras que se van de vacaciones o están de baja, porque “las ausencias no se cubren” por parte de los gestores sanitarios, asegura Mayor, quien insiste en que eso supone que se “llenen las agendas” por falta de personal y que muchas mujeres se queden sin servicios ni citas disponibles. “No existe un protocolo claro para derivar a estas pacientes sin cita por exceso de agenda y se deja a responsabilidad de la propia matrona denegar un servicio que ella entiende que debería dar, pero no puede”, alerta la responsable en Satse Euskadi.
“Todo esto está cansando y quemando mucho al colectivo. Hemos empezado a hace unas semanas concentraciones de protesta y reclamado una mesa sectorial monográfica de matronas para hablar de todas estas cuestiones. De momento, no hemos tenido respuesta”, lamenta la enfermera vasca. En este contexto, desde la organización sindical advierten que, de no tomarse medidas, plantearán nuevas huelgas contra “el recorte a los derechos de las mujeres en su salud sexual y reproductiva, así como para dar un golpe encima la mesa de Osakidetza y que no ignore esta situación”.
RESPUESTA DE OSAKIDETZA
Precisamente, desde el Gobierno Vasco se ha restado gravedad a la realidad trasladada por sus matronas, así como al seguimiento de la huelga, asegurando que la asistencia sanitaria está “asegurada en todo momento”. El Ejecutivo autonómico ha puesto en valor que Euskadi es la segunda CC.AA. con mayor porcentaje de matronas por población, 132 por cada 100.000 habitantes, y muy por encima de la media estatal de 75; que Osakidetza cuenta con matronas en todas las OSIs, tanto en Primaria como en hospitalaria;y que la plantilla estructural ha aumentado en los tres territorios vascos. "En todo caso, recalcamos que nuestra voluntad de diálogo sigue en todo caso abierta", apuntan.
"Tenemos que fijarnos en las ratios de matronas donde los números son suficientes para ofrecer a las mujeres la mejor atención. Ese debería ser el espejo en el que mirarnos"
Unas afirmaciones que están lejos de convencer a la secretaria general del Sindicato de Enfermería de Euskadi. “Queremos mirar más allá de las miserias que se viven en el Estado; en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey. Tenemos que fijarnos en las ratios de matronas donde los números son suficientes para ofrecer a las mujeres la mejor atención. Ese debería ser el espejo en el que mirarnos, no en si somos los segundos menos malos a nivel estatal”, concluye Amaia Mayor.