La actividad gripal de Euskadi ha experimentado un descenso leve aunque se sigue manteniendo por encima del umbral epidémico. La tasa de incidencia de la última semana del año ha sido de 97,4 casos por 100.000 habitantes, mientras que la anterior semana fue de 150,1 casos por 100.000 habitantes. Así se desprende del último informe de la Red de Vigilancia Epidemiológica-Médicos Vigía, que ha analizado la actividad gripal entre los días 24 de diciembre y 30 de diciembre.
Descienden los casos de gripe pero se mantienen por encima del umbral epidémico
Durante la presente campaña y hasta la fecha un total de 128 personas han sido hospitalizadas, de las cuales 39 cumplen criterios de gravedad. En el conjunto de la Red de Atención Primaria de Osakidetza ha continuado creciendo la demanda asistencial por síndrome gripal y ésta ha registrado 1.976 consultas esta última semana. También en estos primeros días de 2019 la demanda de atención médica sigue aumentando.
El Departamento de Salud y Osakidetza aconsejan hacer un uso responsable de los recursos sanitarios en caso de notar los síntomas propios de la gripe, valorando, en función de la sintomatología, cuál es el servicio sanitario más adecuado para atender y resolver su problema (médico de familia, puntos de atención continuada o PAC y, en última instancia en caso de complicaciones graves, las urgencias hospitalarias). De ese modo, recalcan, se evitarán esperas innecesarias para recibir la atención y, al mismo tiempo, se estará contribuyendo a no saturar el propio sistema sanitario.
Salud recomienda el reposo, la ingesta de líquidos y antitérmicos frente a cuadros gripales
En este sentido, es preciso recordar que la gripe es una enfermedad molesta, pero benigna en la población sana, y que no tiene tratamiento específico, por lo que el reposo, la ingesta de abundantes líquidos y antitérmicos para atajar la fiebre son las principales recomendaciones. En el caso de que la fiebre persista, deberemos consultar con el médico.
Asimismo, cabe recalcar que se trata de una enfermedad vírica ante la que los antibióticos no son eficaces (solo habrían de tomarse en casos muy puntuales y siempre bajo prescripción médica), al tiempo que se recomienda, dado su alto índice de transmisión y contagio, adoptar medidas higiénicas precautorias como al toser o estornudar taparse la boca con la nariz o el brazo o lavarse frecuentemente las manos o utilizar pañuelos desechables.