La consejera de Salud del País Vasco, Gotzone Sagardui, aborda en el Anuario Consalud 2023 los objetivos de la consejería para el 2023 y los retos cumplidos en 2022.
¿Qué balance sanitario hace de este 2022?
Iniciamos el año azotados por una nueva e inesperada ola de la COVID-19, la causada por la variante Ómicron, y terminamos el año con la sensación, generalizada en la sociedad, de que la pandemia ya es cosa del pasado. Pero lo cierto es que, para quienes estamos al frente del Departamento de Salud y del Servicio Vasco de Salud OSAKIDETZA, la pandemia no ha terminado; siguen produciéndose contagios, hay un buen número de camas ocupadas por personas enfermas por la COVID-19 en nuestros hospitales y nuestras plantillas siguen padeciendo un alto impacto que además de afectar a su salud, se traduce en un alto número de bajas por enfermedad por COVID-19, aproximadamente la mitad de las incapacidades temporales del sistema se deben a esta causa.
Quiero hacer una mención especial a la atención primaria. Hemos hecho un importante esfuerzo para afrontar las consecuencias de la falta de facultativos/as especializados/as en medicina familiar y comunitaria; medidas organizativas para cubrir, de la mejor manera, todo el territorio; aumento de la cartera de servicios con la incorporación de nuevos/as profesionales en farmacia comunitaria, fisioterapia y salud bucodental, desarrollo de la indicación de enfermería, obras de infraestructura para mejorar las instalaciones, dotación de herramientas tecnológicas y formación para conseguir consultas más resolutivas y evitar demoras y desplazamientos a la ciudadanía.
¿Cuáles han sido los principales retos de 2022, después de dos años de pandemia?
Siendo la pandemia una realidad con la que hemos tenido que seguir conviviendo en el 2022 y con la que empezamos conviviendo en el nuevo año 2023, a lo largo del año que cerramos hemos podido constatar, y estudios externos así lo corroboran, que el sistema de atención sanitaria de Euskadi es un sistema fuerte, que ha soportado los embates de la pandemia y que, a medida que se ha reducido la presión que ejercía sobre la atención primaria y la hospitalaria, hemos sido capaces de recuperar la actividad, vamos recuperando en materias como los cribados de cáncer de mama, cérvix o colon, como también hemos visto reducida de forma notable la demora en la lista de espera quirúrgicas.
No hemos llegado a niveles previos a la pandemia, pero el sistema ha demostrado que es capaz de reponerse y recuperar la actividad perdida. Más allá de lo asistencial, y con la mirada puesta en el largo plazo, yo destacaría el trabajo de planificación que hemos llevado a cabo y que verá la realidad en pocos meses.
"El sistema de atención sanitaria de Euskadi es un sistema fuerte"
Hemos enviado al Parlamento Vasco un proyecto de ley de Salud Pública; estamos ultimando el nuevo Plan de Salud para los próximos 8 años; tenemos prácticamente finalizados el plan de actuación frente al Íctus, el de Atención a Enfermedades Neurodegenerativas, la renovación del Plan de Adicciones, el Plan de Salud Mental y los planes específicos de atención a personas con Trastornos de Conductas Alimentarias y de patología Dual.
Y en el ámbito de las infraestructuras, este año tenemos avanzados proyectos de ampliación de los hospitales más importantes de nuestra red asistencial. Algunos muy relevantes, como las instalaciones necesarias para acoger el equipo de protonterapia previsto en Donostia-San Sebastián.
¿Cuál es el compromiso de la Consejería en la descarbonización del sector salud?
Es muy importante y además lo podemos documentar. Este año 2022 hemos iniciado un plan para la instalación de energías fotovoltaicas en nuestros centros por un valor de 3,5 millones de euros. Es un plan para ejecutar en dos años y que contempla, en esta su fase inicial; 45 nuevas instalaciones en toda nuestra red.
La Atención Primaria ha sido uno de los niveles asistenciales más afectados por la pandemia, ¿de qué manera la están reforzando?
Tal y como decía al inicio, estamos abordando el fortalecimiento de la atención primaria desde distintas perspectivas con la participación de los y las profesionales. Queremos que la atención primaria sea más accesible, que las personas sean derivadas lo más directamente posible al recurso que necesitan sin pasar de una o un profesional a otro antes de ser recibido por quien puede atender su necesidad, bien sea administrativa, de enfermería o médica; queremos dotar a la Atención Primaria de aquellas herramientas que les permitan que las consultas sean más resolutivas, evitando así demoras y desplazamientos.
Para conseguirlo mantenemos diferentes estrategias: Al término de la formación MIR ofrecemos a todos los y las profesionales una oferta laboral que tenga en cuenta sus preferencias y proyectos profesionales y vitales; estamos elaborando un plan para atraer a facultativos/as de familia a plazas de difícil cobertura por su accesibilidad, lejanía o dispersión.
"Queremos dotar a la Atención Primaria de aquellas herramientas que les permitan que las consultas sean más resolutivas"
Hemos ofrecido para la formación especializada todas las plazas de nuestra capacidad docente. Hemos aumentado en 300 las plazas de la atención primaria con otros perfiles que ayuden al trabajo en equipo, a crear centros con más capacidad y una cartera de servicios más amplia, perfiles de farmacia, fisioterapia o salud bucodental. Se está promoviendo el trabajo en equipo para conseguir ser más eficiente y resolutivo; y se está invirtiendo en infraestructuras y tecnologías. Durante el año 2023 culminaremos la renovación de todos nuestros equipamientos.
Pero seguimos reflexionando, buscando, contrastando, todas aquellas otras propuestas que nos permitan seguir mejorando. No puedo dejar de mencionar que en el Ámbito de la Medicina de Familia y Comunitaria hay medidas que no pueden abordarse desde el ámbito competencial de las Comunidades Autónomas, que desde nuestra comunidad hemos trasladado el Ministerio para que se planteen, no ya a largo plazo, sino a medio y corto plazo.
¿Cuáles son los objetivos de la Consejería para 2023?
Son los que fijamos en nuestro presupuesto para este año. El Departamento de Salud del Gobierno Vasco alcanzarán este año los 4.638,9 millones de euros, un 6% más con respecto al presupuesto de 2022, es el departamento con mayor presupuesto del Gobierno Vasco. En términos de renta per cápita supone rebasar el techo de los 2.000 euros por habitante, hasta llegar a 2.114 euros, un incremento cercano al 25% desde la cifra del último año prepandemia.
Nuestro objetivo es avanzar hacia una salud sin desigualdades, más cercana y al servicio de las personas, a través del impulso de las políticas públicas relacionadas con la salud y el bienestar. La mayor parte de este incremento de gasto va directamente destinado a la atención asistencial del Servicio Vasco de Salud, Osakidetza y a la inversión en nuevos equipamientos e infraestructuras. Pero al margen de la vertiente económica, hay otro aspecto fundamental que es la estabilización de nuestra plantilla.
En un año, además de incrementar en casi 1.000 plazas nuestra plantilla estructural, estamos celebrando las convocatorias correspondientes a las OPE 2018 y 2019, 3.500 plazas, mientras preparamos la convocatoria de las correspondientes a las OPE de los años 2020, 2021 y 2022 tanto de reposición como de estabilización para consolidar más de 7 mil plazas de profesionales de nuestros servicios, como compromiso firme de reducir la temporalidad hasta el 8% pero sobre todo, como compromiso con los y las profesionales para el adecuado desarrollo de sus proyectos tanto profesionales como personales, son nuestro bien más preciado.