Con la incorporación de la Geriatría como especialidad dentro de los centros sanitarios del Servicio Andaluz de Salud hace poco más de un año, el País Vasco se mantiene como la única comunidad autónoma de España que sigue dejando fuera de su sistema sanitario público a estos especialistas. La razón, señalan a ConSalud.es desde la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología (Zahartzaroa), es que Osakidetza considera que las personas mayores están bien atendidas con la cartera de servicios actual (“o al menos esa es la respuesta que nos han dado en las últimas reuniones”). Sus profesionales, sin embargo, no tienen esa misma sensación.
Desde Zahartzaroa, asegura Naiara Fernández, portavoz de la Asociación y directora asistencial de IMQ IGURCO, empresa que cuenta con varias residencias para mayores en el País Vasco, consideran que hay toda una serie de deficiencias derivadas precisamente de no contar con una especialidad enfocada a la prevención y el abordaje de la longevidad y el envejecimiento. A día de hoy, los geriatras que trabajan en Osakidetza lo hacen desde Atención Primaria o Medicina Interna, pero no existe como tal ninguna unidad específica de Geriatría. “Es una demanda histórica, de muchísimos años ya. No digo que la atención sea mala, para nada, pero desde luego tampoco es especializada”, reivindica a este periódico la especialista vasca.
Todo ello pese a que, según el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT), el 29% de la población total de Euskadi tendrá más de 65 años para el 2029. De hecho, no fue hasta el 2021 que los geriatras del País Vasco comenzaron a entrar en los servicios de Medicina Interna de algunos hospitales ante la escasez de profesionales de esa especialidad, algo que Pilar Sorando Fernández, presidenta entonces de Zahartzaroa, consideraba como “el inicio del cambio”.
"La atención no es mala, pero desde luego tampoco es especializada"
“Están contratados como geriatras, pero no hay unidades, que es lo que haría que la Geriatría estuviese reconocida realmente como especialidad y que los pacientes la conociesen”, insiste Fernández, quien lamenta que su especialidad no tiene la misma demanda que otras precisamente porque la población no sabe qué es lo que implica realmente “tanto en su vertiente médica como enfermera”: “Un servicio de Medicina Interna no funciona de la misma manera que uno de Geriatría, porque los fundamentos de las especialidades son conceptos diferentes. La Geriatría está muy enfocada en una atención multidisciplinar, con equipos de trabajo que están liderados por médicos pero en los que también participan fisioterapeutas, trabajadores sociales, psicólogos… te tienes que acostumbrar a trabajar de otra manera”.
Lógicamente, si no existe categoría profesional ni unidades específicas de una determinada especialidad, tampoco es posible formarse en ella. Por eso, Andalucía y País Vasco son las únicas comunidades autónomas que no ofertan plazas de médico interno residente (MIR) de Geriatría, lo que a su vez supone un detrimento en el fomento de la especialidad entre los jóvenes médicos vascos. Es, como se suele decir, la pescadilla que se muerde la cola. “Implica un periodo de adaptación y de conocer los servicios de Osakidetza por el que no tienen que pasar otras especialidades que sí que forman a sus propios profesionales”, apunta la geriatra.
Ella fue, justamente, una de las muchas médicas naturales del País Vasco que tuvo que emigrar a otra región de España para especializarse en Geriatría -en su caso, a Asturias-, con el riesgo de que una vez allí, en una comunidad autónoma donde la categoría profesional sí que está creada, surjan oportunidades personales y profesionales que impidan que el residente vuelva a trabajar a su “tierra” una vez terminada la residencia. “Muchas compañeras se tuvieron que ir a Madrid o a Barcelona a formarse”, asegura la especialista, quien indica que es por eso, para tratar de garantizar una correcta atención en el sistema sanitario público, que en el País Vasco cuentan con mucho “talento” geriatra importado de lugares como Cataluña, Galicia o Navarra.
"A día de hoy no hay ese proyecto ni ilusión de un servicio que empieza a formarse, la única oportunidad es incorporarte como miembro del servicio de Medicina Interna"
“Al no haber servicios de Geriatría, no puedes fomentar que la especialidad se escoja por nuevos profesionales, con lo cual siempre va a ser deficitaria y tienes que presentar un proyecto muy atractivo para atraer a médicos de otras comunidades. A día de hoy no hay ese proyecto de un servicio que empieza a formarse, la ilusión de ponerlo en marcha. La única oportunidad es incorporarte como miembro del servicio de Medicina Interna”, lamenta.
ESPERANZAS DE FUTURO PARA UNA ESPECIALIDAD MUY CASTIGADA
En el País Vasco sí que hay, al menos, dos plazas de enfermera especialista (EIR) en Geriatría en San Sebastián, cosa que en Andalucía, Cantabria y La Rioja no sucede. Claro que volvemos a lo mismo: si quieren trabajar como especialistas, deben irse a otra comunidad autónoma que tenga la categoría profesional creada; de lo contrario, ejercerán en Osakidetza en igualdad de condiciones que una enfermera generalista. En definitiva, manifiesta la doctora, la lectura que hacen desde la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología de la baja implantación que tiene la Geriatría a nivel general en España es una connotación muy “edadista” de las políticas.
"Si todas las demás comunidades tienen implantados servicios de Geriatría, quizá los equivocados seamos nosotros"
La llegada de una nueva consejera de Sanidad a su comunidad autónoma abre un pequeño halo de esperanza para los geriatras vascos, aunque todas las juntas de gobierno de Zahartzaroa desde su fundación en el año 1999 se han reunido con los diferentes consejeros “y siempre de manera infructuosa” en cuanto a la implementación de la Geriatría en su cartera de servicios. Ahora tienen una nueva reunión pendiente con Alberto Martínez, con quien tratarán de recuperar esa PNL (proposición no de ley) del año 2012 que ya propuso implantarla. “El ánimo optimista y de considerar que quizá, si todas las demás comunidades tienen implantados servicios de Geriatría, los equivocados seamos nosotros, lo hemos llevado siempre a las reuniones. En algún momento alguien verá la necesidad”, confía la experta.
“Las personas mayores tienen un déficit de reconocimiento médico y enfermero que sí que existe en otros países, como Francia o Reino Unido. No hablemos de ámbitos como la psicología o la fisioterapia, donde todavía estamos en pañales”, denuncia Naiara Fernández. “Las políticas de hoy en día hablan mucho del reto demográfico y de la atención a la cronicidad y a la dependencia, pero hacerlo sin tener en cuenta que esa atención debe ser especializada creo que es algo muy poco acertado y realista”, sentencia la geriatra del País Vasco.