Este martes 14 de mayo tendrá lugar la constitución del Parlamento Vasco para la nueva legislatura. Este será el paso previo para la consiguiente investidura del nacionalista Imanol Pradales como nuevo lehendakari con el apoyo necesario de los socialistas vascos. Sin embargo, las negociaciones entre el PNV y el PSE continúan abiertas todavía, y no parece que el nuevo Ejecutivo pueda estar constituido hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 9 de junio. Hasta entonces, ambos partidos mantienen un tira y afloja al que Osakidetza no es ajeno.
Uno de los puntos clave para desencallar la puesta en marcha del nuevo Gobierno de Euskadi radica en el creciente peso popular que ha venido ganando el PSE, y que les ha llevado a poner en su punto de mira algunas consejerías de más peso que las que controlaban durante el anterior mandato de Iñigo Urkullu. En concreto, gestionar el Departamento de Salud se ha convertido en uno de los principales objetivos socialistas de cara a las negociaciones de investidura con el Partido Nacionalista Vasco, siendo el área que más presupuesto autonómico concentra cada año.
La formación de Pradales ha establecido sus líneas rojas sobre la Consejería de Salud y la de Educación, las cuales no querrían ceder de ninguna manera
En este sentido, el PNV parece reacio a desprenderse del control de Osakidetza, considerado como "la joya de la corona". No en vano, la formación de Pradales ha establecido sus líneas rojas sobre la Consejería de Salud y la de Educación, las cuales no querrían ceder de ninguna manera. Sin embargo, todo esto forma parte de las negociaciones abiertas y es de esperar que, en cualquier caso, las políticas sanitarias deban ser consensuadas entre los dos socios de Gobierno, más si cabe, teniendo en cuenta que Salud se ha convertido en uno de los departamentos que más desgaste político ha generado en las últimas legislaturas.
En esta línea, todo parece apuntar a que el nuevo lehendakari no cejará en su empeño de retener el control de la salud, quedando abiertas las puertas a la continuidad de la actual responsable desde 2020, Gotzone Sagardui, o bien, a apostar por una nueva cara del círculo nacionalista que ponga en marcha las iniciativas sanitarias recogidas en el último programa electoral del PNV. En cualquier caso, los principales desafíos parecen claros: asegurar las plantillas suficientes de profesionales sanitarios, reforzar la Atención Primaria o adaptar Osakidetza a las nuevas realidades –cronicidad, envejecimiento, digitalización, etc.–.
BALANCE DE SAGARDUI
La propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui repasó recientemente en una entrevista para ConSalud.es los principales avances durante su mandato, así como la actual situación y retos que quedan por abordar en la sanidad vasca. “Partíamos con un sistema de 27.000 puestos estructurales y en estos momentos superan los 31.000. Además, hay más de 11.000 plazas de convocatoria”, destacaba respecto al aumento de los efectivos que trabajan en el Servicio Vasco de Salud, reconociendo que la falta de profesionales “es una realidad que hemos puesto encima de la mesa”.
“Tenemos camino por andar, pero con el objetivo de seguir siendo ese servicio de referencia para la ciudadanía de Euskadi"
De la misma manera, sin olvidar la dificultad que supuso lidiar con la pandemia de Covid-19, la última legislatura de Sagardui será recordada también por logros como el nuevo plan de infraestructuras “pensando en la atención de aquí a 40 años”; el inicio de las obras del proyecto de protonterapia en la región; o la aprobación de la primera Ley de Salud Pública de Euskadi, entre otras iniciativas. Además, la consejera dejó las puertas abiertas a seguir trabajando.“Tenemos camino por andar, pero con el objetivo de seguir siendo ese servicio de referencia para la ciudadanía de Euskadi”, señalaba.
MEDIDAS MÁS URGENTES
Parte importante de ese camino por andar pasa por cumplir muchas promesas electorales que el PNV de Imanol Pradales ha marcado en rojo en su hoja de ruta, considerando la sanidad como una “gran prioridad de país”. Entre las medidas más acuciantes, el partido nacionalista espera poner en marcha de un Plan de Choque para mejora de la atención y accesibilidad en Primaria y la reducción de las listas de espera quirúrgicas, con un plazo máximo de 48 horas para consulta en Primaria y menos de 2 meses para especialistas.
El PNV aspira a una mayor inversión en prevención y promoción de la salud, crear una institución de atención médica especializada en enfermedades crónicas o redoblar la apuesta en el abordaje de la salud mental
De la misma manera, el PNV aspira a una mayor inversión en prevención y promoción de la salud; crear una institución de atención médica especializada en enfermedades crónicas; redoblar la apuesta en el abordaje de la salud mental y la prevención del suicidio;revisar el mapa de PACs para valorar las necesidades existentes; poner en marcha un programa de detección temprana en patologías cardiovasculares; o ampliar y mejorar los programas de fertilidad en los servicios de ginecología de Osakidetza para dar apoyo a la maternidad y paternidad.
Finalmente, quien encabece la Consejería en este nuevo ciclo electoral deberá centrarse en atraer y retener el talento en el País Vasco. Una necesidad que pasará por ofrecer más estabilidad y mejores condiciones laborales a los profesionales de de la sanidad pública vasca –mayores retribuciones, más conciliación, más tiempo de formación e investigación o incentivos que animen a la llegada de efectivos a las zonas de difícil cobertura-. Asimismo, el próximo Ejecutivo tendrá en su mano asegurar la apuesta presupuestaria suficiente para modernizar los equipos y ahondar en la digitalización de Osakidetza.