El sector de los servicios públicos en Euskadi está llamado a la huelga el próximo 25 de octubre y 19 de diciembre. De esta manera lo han anunciado los sindicatos ESK, ELA, LAB, CCOO, Steilas y SATSE -con el 85 % de la representación sindical-, quienes han convocado a los trabajadores del sector público de la CAPV a secundar las dos jornadas de protesta para demandar al Gobierno Vasco medidas para contrarrestar el “notable deterioro” en la calidad de los servicios a la ciudadanía, el empeoramiento de las condiciones laborales y la “deficiente” política presupuestaria.
Unas reivindicaciones que los colectivos sanitarios de la autonomía han sostenido en primera persona durante los últimos años. El delegado del sindicato ESK en Osakidetza, Patxi Nicolau, ha atendido a ConSalud.es para trasladar que estas dos jornadas de movilizaciones responden, entre otras razones, al “histórico maltrato” que han vivido las plantillas del Servicio Vasco de Salud en “estos últimos 10 años”, así como la “ausencia absoluta de negociación en las mesas sectoriales” durante todo este tiempo por parte de los responsables políticos del PNV.
"El delegado sindical vasco asegura que los “recortes y escasez de plantilla perjudican también a la salud física y emocional de los propios trabajadores”
En relación a las principales reivindicaciones que traslada el sindicato ESK, se menciona la necesidad de incorporar mayor número de efectivos en plantilla, así como dotarlos de más mejoras retributivas y laborales. Unas plantillas de profesionales sanitarios en Osakidetza “excesivamente ajustas” y que acarrean importantes consecuencias negativas en la atención a los pacientes, “algo que quedó muy claras tras la pandemia de Covid-19”. De la misma manera, el delegado sindical vasco asegura que los “recortes y escasez de plantilla perjudican también a la salud física y emocional de los propios trabajadores”.
Igualmente, otra de las reivindicaciones esenciales de los sindicatos convocantes de la huelga pasa por el reconocimiento por parte del Gobierno Vasco de la deuda sobre el poder adquisitivo perdido en los últimos tiempos y el compromiso real de que los trabajadores de Osakidetza puedan recuperarlo. “Hemos calculado una perdida adquisitiva del 20% durante los últimos 10 años. Pedir esto sería un sueño, pero consideramos razonable un incremento salarial del 10% en nuestra retribución de cara a 2024”, señala Nicolau.
“La mayoría superamos los 50 años. Se hace necesario un plan de rejuvenecimiento de las plantillas que lleva aparejado otro de incentivos para la jubilación anticipada”
Del mismo modo, la “evidencia” de los déficits estructurales en las plantillas sanitarias, lleva al sindicato de Euskadi a demandar una “oferta real de empleo” para que toda la temporalidad que existe en el Servicio Vasco de Salud aflore a la superficie y permita rebajar las cifras hasta el 8% de temporalidad en los contratos que recomienda Europa. Por tanto, la reciente convocatoria pública de estabilización en la Salud vasca impulsada desde el Gobierno “no va a servir para disminuir el 40% de eventualidad que calculamos existe en Osakidetza, puesto que hay mucho empleo oculto con este tipo de contrato”, aclara.
A modo de ejemplo, Patxi Nicolau, se refiere a la reciente construcción de un nuevo edificio en el Hospital de Txagorritxu, situado en Vitoria, donde “el 90% de la plantilla que se encuentra trabajando ahí lo hace de manera eventual. No parece nada lógico hacer un proceso de OPE de estabilización mientras a la vez mantienes empleo eventual”. A esto se suma otro importante desafío del que alertan desde el colectivo sanitario y al que, por el momento, no hay respuesta: el envejecimiento de los profesionales de Osakidetza. “La mayoría superamos los 50 años. Se hace necesario un plan de rejuvenecimiento de las plantillas que lleva aparejado otro de incentivos para la jubilación anticipada”.
“Tenemos unas cargas de trabajo prácticamente inasumibles y eso lleva a que la atención que prestamos al paciente no es la más adecuada"
Las mejoras laborales que supongan una favorable conciliación con la vida personal, así como la reducción de la “sobrecarga” que padecen los profesionales sanitarios, forman también parte de la hoja de reclamaciones de las próximas jornadas de huelga de octubre y diciembre. “Tenemos unas cargas de trabajo prácticamente inasumibles y eso lleva a que la atención que prestamos al paciente no es la más adecuada, pero también nos produce a nosotros una serie de problemas psicológicos y físicos que están desembocando en incapacidad temporal de compañeros”, lamenta el delegado de ESK.
La solución a este ‘burout’ de los empleados de Osakidetza podría ser paliado por una de las últimas reclamaciones que nos traslada Patxi Nicolau, la jornada de 32 horas semanales. “Recientemente la consejera de Trabajo emplazó a las empresas privadas a impulsar planes de trabajo de 32 horas sin pérdida de poder adquisitivo. El propio Gobierno Vasco es el mayor empleador de Euskadi y debería llevar adelante ese planteamiento”. Para lograrlo deberían renovar convenio colectivo, que lleva “paralizado desde 2009”, concluye.
De esta manera, la amplia mayoría de sindicatos del sector público vasco -con Osakidetza a la cabeza- ha marcado ya las fechas para las movilizaciones: 25 de octubre y 19 de diciembre. Hasta entonces, esperan que los responsables políticos se abran a establecer unos "cauces de diálogo" que permitan encontrar soluciones al malestar de estos colectivos.