El Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) ha cifrado en cerca de 110 millones el gasto total en la compra de fármacos durante 2018 en los centros hospitalarios públicos de la Comunidad Foral, una cantidad que se espera reducir significativamente mediante el procedimiento de compra centralizada, que desde 2016 se viene realizando en la sanidad pública.
En concreto, la sustitución de los medicamentos biológicos que han perdido su patente por otros denominados biosimilares, con las mismas garantías de calidad, permitirá reducir el gasto por este concepto en cerca de 10 millones de euros anuales, lo que representa porcentualmente cerca del 10 % del gasto total en adquisición de fármacos. El procedimiento es el empleado en el uso de los llamados medicamentos genéricos.
Permite lograr un mayor nivel de eficiencia en la gestión del gasto farmacéutico
La compra centralizada permite al SNS-O lograr un mayor nivel de eficiencia en la gestión del gasto farmacéutico, lo que contribuye, a su vez, a la sostenibilidad del sistema sanitario.
Los recursos obtenidos por la reducción de precios son reinvertidos por Salud en la adquisición de equipos de alta tecnología, la mejora de las infraestructuras sanitarias o la incorporación de medicamentos innovadores, entre otras actuaciones, que contribuyen a reforzar de la capacidad asistencial de la red pública navarra.
Los medicamentos genéricos o y los biosimilares cumplen con las garantías exigidas tanto para la eficacia del tratamiento como para la seguridad del paciente. Se someten a los mismos procedimientos y controles que el resto de medicamentos y son autorizados, antes de su comercialización, por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Dichas entidades los analizan y garantizan que sus principios básicos y sus efectos sean iguales a los originales, cuya patente ha caducado y por lo tanto pueden ser reproducidos por cualquier laboratorio farmacéutico.
En cuanto a los principios activos, el contenido real que llevan todos los medicamentos, sean genéricos o no, biológicos o biosimilares, es el indicado en su formulación y la eficacia y seguridad son idénticas en unos y otros, existiendo sobrada evidencia en la bibliografía científica acerca de este aspecto.
Reducciones de precios de hasta el 60%
El sistema de compra centralizada, mediante el proceso de licitación y contratación, cuenta con la transparencia y garantías propias de la contratación pública descritas en la Ley Foral de Contratos. Mediante este procedimiento, Salud obtiene ofertas de los diferentes proveedores de un mismo principio activo y firma un acuerdo marco con la empresa que queda en primer lugar y que ofrece las condiciones más ventajosas. En algunos casos, se pueden llegar a reducciones de precios de hasta un 60% con respecto al resto de productos en el mercado, sin perder garantías de calidad.
La adquisición centralizada de medicamentos supone el 50 % del volumen de compra de los centros del SNS-O y se espera que alcance el 75 % a final de 2019.
Este modelo de gasto sostenible es particularmente importante en el caso de los medicamentos biosimilares, es decir, aquellos de igual efecto terapéutico y seguridad que los medicamentos biológicos originales, como por ejemplo la insulina. Los biosimilares compiten con los medicamentos biológicos cuyas patentes van perdiendo vigencia. Estos fármacos de alto impacto económico se usan principalmente en los ámbitos de la reumatología, oncología, oncohematología, digestivo y dermatología.
Esta forma de trabajo será especialmente importante en los próximos años, ya que muchos medicamentos de este tipo tienen próximo el vencimiento de su patente y ello conllevará que otros laboratorios puedan ofrecer un mejor precio.