El Gobierno de Navarra ha aprobado recientemente la autorización necesaria para la creación de una empresa pública de transporte sanitario que sustituirá a las dos empresas privadas que venían desarrollando este servicio en la región (Baztan Bidasoa y SSG). Se trata de una iniciativa que formaba parte del programa de gobierno del Ejecutivo navarro durante esta legislatura y que, aprovechando el final del concierto de adjudicación, ha dado el paso para convertirlo en una realidad. Nos acercamos a esta iniciativa de la mano de Gregorio Achutegui, gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, que ha atendido a ConSalud.es en pleno proceso de implementar plenamente esta nueva empresa pública encargada de los traslados sanitarios.
El Ejecutivo foral se encontraba ante una nueva ventana de licitación en la que las empresas interesadas en este servicio debían volver a presentar las ofertas para optar al concurso. Sin embargo, se planteó la posibilidad de “proponer y estudiar la posible creación de una empresa pública que acometiera estas funciones”, indica Achutegui. Algo en lo que el Gobierno navarro, tras no renovar la licitación, se encuentra ahora inmerso y que ha llevado a que en la actualidad las dos empresas que venían desarrollando esta actividad continúen haciéndolo “fuera de concurso”; no en vano, se trata de un servicio imprescindible que "no se puede dejar de prestar” y por el cual “se continúa pagando a ambas empresas”, relata.
En esta segunda etapa “deberá darse un periodo de tránsito entre las empresas adjudicatarias y la nueva empresa autonómica"
La aprobación de la autorización para crear este nuevo ente público es sólo el primer paso de un proceso que, a la postre, implicará la reabsorción de la actual actividad de las compañías concertadas. En esta segunda etapa “deberá darse un periodo de tránsito entre las empresas adjudicatarias y la nueva empresa autonómica; todo esto a través de un acuerdo pleno para que dejen de funcionar ellas un día y comencemos a hacerlo nosotros al día siguiente”, señala el gerente de Osasunbidea. Así, el transporte sanitario se trasladará a una sociedad limitada, englobada en la Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN) y adscrita al Departamento de Salud.
La idea del Gobierno navarro pasa por la subrogación de las plantillas y los recursos actuales del servicio. De este modo, el personal de Baztan Bidasoa y SSG dejarían de ser trabajadores de una empresa privada para convertirse en empleados -por cuenta ajena- en una empresa pública. “Se trata de un modelo que ya existe en comunidades autónomas como Baleares o La Rioja, en algún caso, no sólo para este propósito; nosotros hemos decidido crear la empresa únicamente con la finalidad social del transporte sanitario en todas las modalidades”, especifica Gregorio Achutegui. Estos cometidos sanitarios podrían ampliarse en el futuro más allá de la actividad estrictamente de trasporte, en función de cómo sea la evolución de la nueva iniciativa.
FLEXIBILIDAD Y SINERGIAS POSITIVAS
Entre las ventajas que este proyecto aportará a los desplazamientos sanitarios en Osasunbidea, el gerente asegura que se encuentra la “mayor flexibilidad” a la hora de adaptarse a la demanda asistencial y la posibilidad de generar una cohesión o sinergia más alta en el sistema público. “Podríamos conseguir algunas sinergias con el departamento navarro de Interior, que ya gestiona algunos servicios de emergencias de todo tipo -bomberos o policias- y se utilizan de manera mixta para ayudar al transporte sanitario cuando sea necesario”, resalta Achutegui. De esta manera, se aunaría el servicio de trasporte sanitario al resto de servicios públicos forales, constituyendo una pieza más el engranaje público de atención al ciudadano.
“Controlar el servicio nos permitirá ajustar mejor la demanda a las necesidades existentes teniendo más flexibilidad de la que tenemos ahora con las empresas”
Por otra parte, desde el Servicio Navarro de Salud confían en que con esta iniciativa podrán conseguir a largo plazo una “mayor autonomía en la toma de decisiones”, ahora en manos de las empresas privadas que gestionan el transporte de pacientes. Este tipo de conciertos adjudicados a compañías ajenas a Osasunbidea se firman por largos periodos de muchos años y con unas condiciones y servicios mínimos. Sin embargo, esas necesidades asistenciales “pueden ir cambiando paulatinamente” o suceder circunstancias inesperadas -Covid-19-, dejando sin margen de maniobra al Gobierno. “Controlar el servicio nos permitirá ajustar mejor la demanda a las necesidades existentes teniendo más flexibilidad de la que tenemos ahora con las empresas”, remarca el gerente navarro.
Otra de las ventajas para Navarra que apuntan desde Osasunbidea pasa por el hecho de evitar seguir dependiendo de un mercado “algo cautivo” en el que hay muy pocas empresas que se reparten los conciertos. Esto se debe a las importantes barreras de entrada que se presentan para muchas empresas a nivel de asegurar una logística y unos recursos suficientes para asegurar a largo plazo la prestación de este servicio. “Si hubiese más competencia para estas licitaciones tal vez nos hubiese interesado continuar en la línea de ofrecer el concurso a empresas privadas, pero hemos optado por las ventajas que nos supone gestionarlo de forma centralizada”, aclara el responsable foral.
EL RETO DE LA EFICIENCIA
Con la nueva sociedad limitada de gestión pública se persigue conseguir una mayor eficiencia y que el Servicio Navarro de Salud sea capaz de prestar un servicio adecuado a la población de Navarra a un coste razonable. Con esta premisa, Gregorio Achutegui apunta una serie de dificultades que afectan a los costes variables de esta actividad sanitaria. “Existen muchos costes variables que tendremos que tener en cuenta, como el precio de los combustibles o el complicado mercado de las ambulancias ante los retos futuros de sostenibilidad”. Para combatirlos se trabajará en una licitación en el suministro de combustible para dotar de más estabilidad a estos precios, entre otras medidas de eficiencia y reducción de costes.
“Va a suponer mucho trabajo y un gran reto, pero el objetivo es conseguir una empresa pública eficiente y que aporte satisfacción tanto en el servicio a los ciudadanos como, por otro lado, a los propios trabajadores"
La constitución de esta empresa pública de transporte sólo ha dado su primer paso; a partir de este punto ha de llevarse a cabo un concienzudo estudio del programa de actuaciones, inversiones y financiación necesario para llevar el proyecto adelante. “Va a suponer mucho trabajo y un gran reto, pero el objetivo es conseguir una empresa pública eficiente y que aporte satisfacción tanto en el servicio a los ciudadanos como, por otro lado, a los propios trabajadores; los cuales estoy seguro de que aportarán su máxima colaboración”, confiesa Achutegui, quien concluye: “Nos vamos a dar esta oportunidad de mejora del servicio de transporte sanitario en Navarra”.