Desde que el Hospital Universitario de Navarra (HUN) iniciara en mayo de 2017 el programa de implantes cocleares (IC), ya se ha utilizado esta técnica en 61 pacientes gracias al Servicio de Otorrinolaringología. Con motivo del Día Internacional del Implante Coclear, que se celebra mañana viernes 25 de febrero, los responsables de este programa aseguran que su desarrollo ha sido "muy satisfactorio", ya que se han obtenido "grandes resultados en pacientes implantados, lo que ha derivado en una mejora de su calidad de vida".
Tal y como informa el Gobierno de Navarra, un implante coclear es un dispositivo electrónico que se coloca mediante un procedimiento quirúrgico y que aporta audición a personas con hipoacusia o con importantes dificultades auditivas que no pueden resolverse con audífonos, si bien esta técnica no está indicada para todo tipo de hipoacusias. El implante procesa los sonidos y el lenguaje para transmitir esos impulsos al cerebro, de manera que las personas que reciben un implante coclear requieren un período de rehabilitación para habituarse a esta nueva forma de audición, ya que van a recibir un estímulo auditivo que su vía auditiva debe aprender a reconocer.
Esta etapa de rehabilitación puede durar entre seis y doce meses, mientras que el proceso clínico finaliza aproximadamente al año, al cabo del cual los pacientes aprecian sobre todo su recuperación y el contacto con el medio que les rodea: sonidos básicos, voces de personas cercanas y, en algunos casos, la música de un concierto.
La colocación de un implante coclear supone la participación y coordinación de un amplio número de profesionales
Desde que se da el diagnóstico hasta que finaliza la rehabilitación mediante implante coclear, el proceso está establecido por un equipo multidisciplinar que lidera el personal médico de Otorrinolaringología, junto a logopedas y enfermeras, lo cual permite optimizar los resultados del programa así como ampliar su cartera de servicios.
¿CÓMO ES EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO?
Según recoge el Gobierno navarro, la colocación de un implante coclear supone la participación y coordinación de un amplio número de profesionales, tanto para evaluar la situación previa del paciente o la paciente y su idoneidad para ser candidata a recibir un implante, como para la cirugía y la rehabilitación posteriores. El primer paso consiste en el diagnóstico correcto de una sordera profunda por parte del personal médico otorrinolaringólogo realizando una exploración otológica completa y, mediante la atención de enfermería, una audiometría tonal y verbal (identificación de tonos puros y palabras).
En el siguiente paso, el paciente es evaluado con pruebas de audiología avanzada y es aquí cuando interviene también personal logopeda que estudiará las características de su lenguaje y su conexión con el medio, con el fin de orientarle sobre su futura adaptación al implante y sus expectativas de audición. La cirugía del implante comporta un único día de ingreso y es realizada por personal cirujano especializado en oído (otólogo). Al mes de la operación, se inicia la activación del implante por parte del otorrinolaringólogo, junto al o la logopeda y personal técnico del implante coclear.
Posteriormente, será manejado por la logopeda, en una rehabilitación individualizada que puede durar entre seis meses y un año. Paralelamente, el otólogo realiza un seguimiento del paciente para la detección de complicaciones y el control de su evolución.