Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad y discapacidad a nivel mundial y suponen un gasto sanitario en aumento debido al envejecimiento de la población. En concreto, la Estenosis Aórtica severa Degenerativa o Calcificada (EAC) es la forma más frecuente de enfermedad de la válvula cardiaca, un estrechamiento que se produce en la válvula y que conlleva una calcificación y degeneración de la misma.
Actualmente, no existe tratamiento farmacológico efectivo que altere la evolución de la enfermedad, siendo la cirugía de recambio valvular aórtico la única vía para mejorar los síntomas y la supervivencia a largo plazo. La prevalencia de la EAC se estima en torno al 3,4% en pacientes mayores de 75 años, y aumenta notablemente con la edad. Se calcula que en España hay unas 145.469 personas con EAC teniendo en cuenta solo al grupo de mayores de 75 años.
Se calcula que en España hay unas 145.469 personas con EAC teniendo en cuenta solo al grupo de mayores de 75 años
Con el objetivo de frenar la evolución de la enfermedad y evitar la cirugía, en 2016 el Centro de Investigación Biomédica de Navarra (Navarrabiomed) y el Hospital Universitario de Navarra (HUN) iniciaron el estudio de los mecanismos implicados en el desarrollo de esta patología.
Los resultados de su investigación, publicados en Frontiers in Cardiovascular Medicine, concluyen que los factores desencadenantes de la enfermedad de las válvulas aórticas son diferentes en hombres y mujeres y, por tanto, abren la puerta a la medicina personalizada mediante el estudio de dianas terapéuticas específicas por sexo, que posibiliten un tratamiento individualizado del paciente.
Los autores del trabajo son Natalia López-Andrés, Investigadora Principal de la Unidad de Cardiología Traslacional de Navarrabiomed; Lara Matilla, Mattie Garaikoetxea, Amaya Fernández-Celis, Alicia Gainza y Eva Jover, todos investigadores de esta unidad. Por parte del HUN, el equipo lo forma Vanessa Arrieta, Amaia García-Peña y Adela Navarro, cardiólogas del Área del Corazón; Virginia Álvarez, jefa del Área del Corazón, y Rafael Sádaba, cirujano cardiaco.