La incompatibilidad de los jefes de servicio del Sistema Nacional de Salud para ejercer también en el sector privado ha sido una de las propuestas más reseñables que plantea el último borrador del Estatuto Marco en el que viene trabajando el Ministerio de Sanidad. Esta, también llamada exclusividad, no es ninguna novedad en el ámbito de la sanidad española. Supone penalizar o directamente prohibir el ejercicio profesional de los sanitarios más allá de su centro asistencial público, independientemente de que sea fuera su jornada laboral.
Esta incompatibilidad nunca ha agradado al personal sanitario, que la considera una discriminación para su colectivo y una medida que interfiere en la libertad de cualquier persona para dedicar su tiempo libre a la actividad que desee. Tal vez por ello, se trata de una restricción que en los últimos años ha ido perdiendo terreno en el mapa autonómico. A nivel general, se encuentra apenas en Asturias, Navarra y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla; y, en el caso de los puestos de dirección, solamente en Navarra y Extremadura –Murcia lo ha eliminado este pasado 11 de febrero-.
“En Navarra la exclusividad es altísima, mucho mayor que reducir el complemento específico, y los únicos que no pueden renunciar a ella son los jefes de servicio y de sección”
Desde ConSalud.es hemos hablado con los responsables sindicales médicos de las dos CC.AA. donde la incompatibilidad para sus puestos directivos se encuentra vigente. “En Navarra la exclusividad es altísima, mucho mayor que reducir el complemento específico, y los únicos que no pueden renunciar a ella son los jefes de servicio y de sección”, señala Alberto Pérez, secretario general del Sindicato Médico Navarro (SMN), quien considera que es el “algo que no tiene ningún sentido” y que ha llevado a la región a “perder atractivo entre los profesionales de muchas especialidades de mayor vocación privada”.
En el caso concreto de la incompatibilidad de puestos directivos, el responsable del SMN considera que es una circunstancia “mucho más grave” para los intereses de la sanidad pública. Una jefatura tiene una responsabilidad importante de gestión y requiere de una persona altamente preparada. “Conseguir atraer a un profesional con experiencia, prestigio y conocimiento para que asuma una jefatura es más difícil sabiendo que no va a tener oportunidad de ejercer ningún tipo de actividad privada”, alega el facultativo navarro.
Desde el sindicato médico navarro consideran que este planteamiento de exclusividad supondría un “empobrecimiento” para todas aquellas comunidades autónomas que se planteen su implantación
Una de las partes negativas de esta traba, que desalienta a muchos candidatos valiosos, valora Pérez, es que “termina redundando en una menor calidad del servicio y peores prestaciones al paciente”. En esa línea, no le parece una idea a imitar en el resto de servicios de salud de nuestro país y llama a desligar las cuestiones políticas de la propia gestión sanitaria. “Me parece un gravísimo error tirar de ideario político para algo que debe decidirse únicamente en el ámbito de la gestión”, apunta sobre la propuesta ministerial.
Por todo ello, desde el sindicato médico navarro consideran que este planteamiento de exclusividad supondría un “empobrecimiento” para todas aquellas comunidades autónomas que se planteen su implantación. “Que se fijen en cómo está la sanidad pública navarra y decidan en consecuencia”, advierte a otros gobiernos autonómicos; por lo que espera que la negociación para la reforma del Estatuto Marco sirva finalmente para dejar fuera del documento esta medida.
SIN BENEFICIO DEMOSTRADO
Una línea similar a la que apunta María José Rodríguez, secretaria general del Sindicato Médico de Extremadura (Simex), quien también ve “innecesaria” la exclusividad. En su opinión, cada profesional tiene que cumplir con su horario laboral y funciones asignadas, para, a partir de ahí, trabajar libremente en lo que quiera. “Tener una exclusividad no te convierte en un mejor profesional, ni te hace un mejor jefe de servicio”, defiende la facultativa extremeña.
"Nosotros tenemos esta incompatibilidad y estamos igual que otras CC.AA. que no lo tienen, por lo tanto, no aporta ningún beneficio demostrado”
De la misma manera, la secretaria sindical lamenta que esta restricción lleve a muchos compañeros de gran valía a no poder plantearse aspirar a puestos de dirección por contar con la compatibilidad. “La ministra apuesta por la exclusividad como una de las soluciones a los problemas de la sanidad pública, pero, si eso aportase alguna mejora al sistema, la sanidad pública extremeña no estaría como está. Nosotros tenemos esta incompatibilidad y estamos igual que otras CC.AA. que no lo tienen, por lo tanto, no aporta ningún beneficio demostrado”, concluye Rodríguez.
CONFLICTO DE INTERESES
Detrás de la intención de Mónica García de incluir la dedicación exclusiva en los puestos directivos de la sanidad pública está el hecho de evitar “conflictos de intereses y malas prácticas” que perjudican al SNS. La ministra ha alegado que estos profesionales “tienen ya suficiente trabajo y responsabilidad pública como para tener una doble dedicación”, por lo que le parece “obsceno” que no se haya hecho antes: “Nadie se imagina que alguien pueda trabajar en Coca-Cola y Pepsi a la vez”.