Murcia es una de las muchas comunidades autónomas que ha visto cómo han ido aumentando, con el paso de los años, las agresiones a sus sanitarios. Solo en 2023 se produjeron 499 agresiones, que afectaron a 587 trabajadores, frente a las 492 de 2022. Por ello, el Gobierno regional ha elaborado un nuevo plan contra las agresiones a estos sanitarios, un problema que, recuerda su consejero de Salud, Juan José Pedreño, “es cosa de todos y nos afecta a todos”.
“Un episodio violento en un centro sanitario supone, en la mayoría de los casos, una disrupción de su normal funcionamiento, lo que provoca retrasos en la asistencia al resto de pacientes, a veces la suspensión de consultas y, en los casos más extremos, periodos de bajas de los profesionales”, señala Pedreño, quien se reunió ayer lunes con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y con los técnicos que han coordinado la elaboración del mencionado Plan, el cual “se constituye como un documento abierto y en permanente actualización”.
“Incorpora las iniciativas y mejoras que se han desarrollado desde el Sistema Murciano de Salud en los últimos cinco años, así como otras demandadas por trabajadores y representantes sociales"
En concreto, este establece protocolos de actuación en todos los centros y unidades, así como la instalación de cámaras de seguridad y sistemas de alarma y la incorporación de vigilantes de seguridad en hospitales y centros de salud. “Incorpora las iniciativas y mejoras que se han desarrollado desde el Sistema Murciano de Salud en los últimos cinco años, así como otras demandadas por trabajadores y representantes sociales, con el fin de reducir las agresiones y minimizar sus consecuencias”, explica la Región de Murcia en un comunicado.
“El II Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones a Profesionales del Servicio Murciano de Salud (SMS) se articula en torno al concepto de que una agresión a un profesional de la sanidad es una agresión a todo el sistema sanitario: no se trata de un hecho privado entre usuario y profesional, sino de un ataque a la institución, que debe responder en concordancia”, insiste Pedreño. Así, también se incluye el uso de botones ‘antipánico’, y la posibilidad de cambio del centro sanitario de los agresores reincidentes dentro de la misma zona de salud.
"Una agresión a un profesional de la sanidad es una agresión a todo el sistema sanitario"
Otros aspectos que recoge el Plan son las actuaciones que se deben llevar a cabo tras una agresión a un profesional sanitario y la atención que recibirán los trabajadores agredidos, en materia tanto de asistencia sanitaria como de asesoramiento jurídico. También, las medidas a llevar a cabo con el agresor, que van desde el envío de una carta reprobatoria hasta el citado cambio de médico/enfermero o incluso de centro sanitario si las agresiones son reiteradas. En la clasificación de agresiones, informa la comunidad autónoma, se englobarán tanto las físicas como verbales, además de las que se produzcan a través de las redes sociales.
De igual manera, el plan incluye la inclusión en la futura Ley de Salud de la Región de la tipificación de las agresiones como infracciones administrativas y un cuadro de sanciones administrativas, que se aplicarán tras la aprobación de la nueva normativa sanitaria. Presentado con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, que se celebra cada 12 de marzo, el II Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones a Profesionales del Servicio Murciano de Salud trata de mejorar la situación de una comunidad que, según el último informe de la Organización Médica Colegial, registró el año pasado 12 agresiones a médicos: 1,36 por cada 1.000 colegiados, que en Murcia son 8.823.