La noticia de que Acciona y Ferrovial, dos constructoras sin experiencia en el sector, eran aspirantes a la adjudicación del concursopara la prestación del servicio de terapias respiratorias domiciliarias (TRD) de la Región de Murcia, hizo saltar todas las alarmas entre pacientes y profesionales.
Después de que los pacientes mostraran su preocupación y que uno de ellos iniciarauna campaña a través de la plataforma digital Change.org para pedir a Manuel Villegas García, consejero de Salud de la Región de Murcia, y al Servicio Murciano de Salud (SMS) que declarasen nulo el concurso y no redujeran el presupuesto destinado a estas terapias, la Asociación Murciana de Fibrosis Quística se reunió el pasado 6 de marzo con Asensio López Santiago, director gerente del SMS.
Los pacientes exigen unos aparatos de peso ligero y de última generación que den autonomía al paciente
Según ha explicado dicha asociación a Consalud.es, López Santiago les explicó que el proceso consta de tres fases (técnica, médica y económica) y, actualmente, está en la segunda fase, que dependerá de un comité médico formado por neumólogos de Murcia.
Durante dicho encuentro, la Asociación Murciana de Fibrosis Quística hizo hincapié en que independientemente de que empresa se quede, "queremos que nos garanticen el mantenimiento de pliegos y calidad del servicio, así como personal cualificado con experiencia en el sector".
La asociación también ha exigido unos aparatos de peso ligero y de última generación que den autonomía al paciente, y el tratamiento personalizado de los pacientes con patologías respiratorias domiciliados, atención y cuidado de los pacientes en estado más crítico, revisión y mantenimiento de los aparatos, así como la resolución de problemas que puedan surgir.
Al igual que en la Región de Murcia, estas compañías también han presentado su solicitud en el concurso de terapias respiratorias a domicilio para Castilla-La Mancha.
Sin embargo, a la comunidad manchega no le ha temblado el pulso y ha descartado las candidaturas de ambas empresas por la falta de solvencia y falta de autorizaciones por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).