La libre elección sanitaria en nuestro país habilita a los ciudadanos a tener la capacidad de decidir tato en qué centro de su región desean ser atendidos como el médico que habrá de llevarlo a cabo. Se trata de un derecho recogido en España para todos los pacientes, pero cuya implantación se presenta desigual a lo largo de nuestra geografía. De esta manera, el hecho de que cada CC.AA. tenga delegadas sus competencias en Sanidad dificulta –como en tantos otros campos- que todos los españoles puedan ejercer este derecho en igualdad de condiciones. Así, la libertad en este ámbito permanece todavía dependiente del lugar donde residamos.
En esta línea, un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada (ICGEA), bajo el nombre ‘Libertad de elección en materia sanitaria en España’, desvela esta palpable desigualdad interterritorial en nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). "De los más de 47 millones de habitantes que tiene España, tan solo poco más de un 44 % cuenta con un acceso real a la libre elección, lo que evidencia que aún hay que dar varios pasos al frente para que se termine de implantar con éxito en el conjunto de la geografía española. Apenas se han producido avances en el último lustro", apunta el ICGEA.
"La libre elección afianza la relación entre el médico y el ciudadano y, además, estimula la sana competencia entre los profesionales, quienes han de mantenerse en continua actualización"
Se tratan de unas cifras que no han variado demasiado desde las recogidas por el mismo organismo en el 2017 y que evidencian tímidos avances desde entonces en algunas regiones nacionales y otras más rezagadas que apenas han dado pasos al respecto. Por tanto, queda un largo camino que recorrer para ofrecer a los pacientes esta posibilidad que se ha demostrado como muy beneficiosa tanto para los servicios de salud como para los propios pacientes. El estudio alega que la amplia mayoría de los gestores sanitarios destacan las buenas sinergias de la libre elección a la hora de afianzar la relación paciente-facultativo y rema a favor de una atención sanitaria más personalizada.
De esta manera, "la libre elección afianza la relación entre el médico y el ciudadano y, además, estimula la sana competencia entre los profesionales, quienes han de mantenerse en continua actualización para un correcto desempeño del el ejercicio de la medicina, mejorando sus conocimientos para ser cada vez más eficientes y, así, pasar de la calidad que se presupone, a la excelencia que se desea", aseguran desde ICGEA. Una excelencia que el paciente ponderará a la hora de seleccionar su centro de confianza e incentivará el esfuerzo de consultorios y pacientes por trasladar la mejor atención posible. De no ser así, el ciudadano podrá libremente acudir a un lugar diferente o cambiar de profesional.
MADRID: REFERENTE DE LIBRE ELECCIÓN
Entre los buenos ejemplos nacionales a la hora de aplicar la libre elección de manera real destacan La Rioja, Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, País Vasco y, especialmente, Madrid. La región capitalina emprendió sus primeros pasos en este ámbito en el año 2010, bajo la presidencia de Esperanza Aguirre y ha adquirido un importante desarrollo en los últimos tiempos, de la mano de Isabel Díaz Ayuso. "Fue una de las primeras regiones en implantar el derecho de la libre elección y una de las pocas en las que se materializa la aplicación plena del derecho”, observa el informe, que destaca “la transparencia del Sermas en cuanto a sus diferentes parámetros sanitarios”.
"La Rioja es un ejemplo del buen hacer en materia de elección sanitaria, pone al alcance de los riojanos toda la información necesaria para ejercer el derecho de libre elección"
Por su parte, en Andalucíatambién se recoge el derecho a la libre elección del profesional de Medicina de Familia y Pediatría; así como el facultativo y centro en el ámbito hospitalario, en el caso de una intervención quirúrgica. Algo que también es posible para los habitantes de Castilla-La Mancha, quienes desde el 1 de octubre de 2014 pueden beneficiarse de la norma aprobada por el Gobierno de la comunidad, que garantiza por ley la libre elección de personal sanitario y de centro en las cinco provincias de la región. Por su parte, La Rioja recoge en su Decreto 48/2016, de 25 de noviembre, la libre elección en todo su Servicio Público de Salud, independientemente de áreas y zonas.
De esta manera, "La Rioja es un ejemplo del buen hacer en materia de elección sanitaria, pone al alcance de los riojanos toda la información necesaria para ejercer el derecho de libre elección, algo esencial ya que sin información no se puede elegir la opción más conveniente. Aunque también es clara con sus limitaciones con el fin de velar por la calidad asistencial, requiriendo que cada profesional tenga un cupo que no se pueda sobrepasar", destaca Jesús Sánchez Lambás, Vicepresidente Ejecutivo del ICGEA.
En el lado opuesto a la libertad de elección, se encuentran Murcia, Extremadura, Navarra, Cataluña, Canarias y Baleares, cuyos ciudadanos a día de hoy no pueden disfrutar sus ventajas
Otra de las CC.AA. que ha venido haciendo los deberes es Aragón. Un territorio que de igual manera garantiza la libre elección a sus ciudadanos tanto en la Atención Primaria como en la Atención Especializada de todos los centros de salud aragoneses. “En esta comunidad autónoma, si el paciente lo solicita, es posible que antes de la elección pueda solicitar una entrevista con el médico y, así, tomar la decisión correcta. Este punto, en materia de salud, es especialmente valorado", remarca. Y a partir de aquí, y como última autonomía destacada por el estudio, surge la figura de el País Vasco, donde este derecho para elegir profesional y centro a lo largo de Osakidetza viene recogido por el Decreto 175/1989.
En conclusión, 21 millones de habitantes en España –de estas 6 regiones- tienen pleno acceso a la libre elección en Sanidad, un 44% de los españoles. Tras ellos, encontramos a los ciudadanos de autonomías como Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria y Comunidad Valenciana, donde el acceso que encuentran es todavía muy limitado a este derecho –un 25% de la población-. En el lado opuesto a la libertad de elección, se encuentran Murcia, Extremadura, Navarra, Cataluña, Canarias y Baleares, cuyos ciudadanos a día de hoy no pueden disfrutar sus ventajas, un 30,5% de la población nacional. Un mapa nacional todavía desigual en el que queda pendiente unificar este servicio para ponerlo a disposición de todos.