La libre elección sanitaria se ha mostrado como una herramienta que rema a favor de la reducción de listas de espera en muchas CC.AA. De esta manera, las regiones en las que su implantación está más desarrollada presentan una mayor reducción de las demoras para el paciente a la hora de acceder a los servicios asistenciales. Esto es lo que se desprende de los últimos datos sobre esperas quirúrgicas y para pruebas diagnósticas, que desvela que Cataluña, Extremadura y Murcia, donde este derecho está menos implementado, son las autonomías con más demoras de pacientes.
En el lado inverso, la Comunidad de Madrid se presenta como el lugar con menos listas de espera del país. No en vano, la región es un ejemplo desde hace catorce años a la hora de impulsar la libre elección de médicos y centros de atención por parte de sus ciudadanos. Una estrategia que comenzó a poner en marcha el Gobierno de Esperanza Aguirre y en la que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha venido ahondando durante las últimas legislaturas al frente de la CAM. Esta iniciativa se ha demostrado efectiva para reducir las saturaciones, aumentar la satisfacción de los pacientes y fomentar la competencia de facultativos y centros.
Cataluña tenía 173.494 pacientes en lista de espera, que implican 22,91 por cada 1.000 habitantes, según los últimos datos de Sanidad
Se trata de una realidad que choca con la de Cataluña, Extremadura y Murcia, tres territorios a la cola en este ámbito. En concreto, Cataluña tenía 173.494 pacientes en lista de espera, que implican 22,91 por cada 1.000 habitantes, según los últimos datos de Sanidad. Más aún, el 31,6% de las esperas catalanas superan los seis meses. En lo relativo a los plazos, los ciudadanos catalanes han de aguardar 154 días para entrar al quirófano o recibir un TAC. Por encima de los 100 días de la media nacional y muy lejos de los pacientes madrileños, cuya espera es de 63 días.
En una línea similar a la de Cataluña encontramos a Extremadura y Murcia, dos comunidades con gran retraso en la libre elección sanitaria. El pasado año terminó con alrededor de 22.000 extremeños en lista de espera, un tercio de ellos con un retraso superior a los seis meses (32%). De esta manera, la demora media en esta autonomía era de 156 días, a la cabeza de todas las regiones españolas, a excepción de Canarias (157 días). Radiografía similar a la de Murcia, donde 30.000 ciudadanos se encontraban a la espera de ser convocados a su cita, un 18% superando los seis meses y con una espera media de 100 días.
MADRID, LÍDER NACIONAL
El escenario en la Comunidad de Madrid resulta mucho más halagüeño, a la cabeza de los territorios con menor demora sanitaria. En los últimos registros del Ministerio de Sanidad, la región capitalina contaba con 72.626 ciudadanos en lista de espera, con una dilación media de 63 días y apenas un 4,3% de los pacientes aguardando seis meses. Fruto de ello, la tasa de espera madrileña constituía 10,68 ciudadanos por cada 1.000. Unas cifras que mejoran con creces la media nacional con la que España terminó 2022.
Los propios datos del departamento de Sanidad, ponían sobre la mesa que en nuestro país hasta 793.521 pacientes esperaban ser sometidos a una intervención quirúrgica o a una prueba diagnóstica
Los propios datos del departamento de Sanidad, ponían sobre la mesa que en nuestro país hasta 793.521 pacientes esperaban ser sometidos a una intervención quirúrgica o a una prueba diagnóstica. Además, presentaban una espera media de 120 días -cuatro meses-, y hasta un 20,8% de los mismos se enfrentaban a periodos por encima de los seis meses. De esta manera, lejos de los datos de la Comunidad de Madrid, la tasa de espera nacional por cada 1.000 habitantes era del 17,10.
VENTAJAS DE LA LIBRE ELECCIÓN
El hecho de que los pacientes puedan seleccionar en un corto plazo de tiempo al profesional o el centro que mejor responda a las necesidades de cada individuo, permite que la carga asistencial pueda repartirse de manera más eficiente, evitando así la congestión en determinados centros de salud y hospitales. El propio ciudadano en base a la información de la que dispone evita los puntos de atención concurridos y tiende a seleccionar los menos sobrecargados, remando a favor de la reducción de las listas de espera.
La elección de los pacientes traslada a los responsables sanitarios una valiosa información que permite a los responsables priorizar los puntos de demanda
Por otro lado, el hecho de que sean los propios pacientes quienes decidan los centros y sanitarios que desean que les atiendan constituye en sí misma una herramienta para evaluar el grado de buena gestión que se desarrolla en estos puntos. De este modo, incentiva el esfuerzo por parte de los consultorios y el personal sanitario a la hora de proveer a sus pacientes de la mejor atención posible. Además, la elección de los pacientes traslada a los responsables sanitarios una valiosa información que permite a los responsables priorizar los puntos de demanda más concurridos con respecto a otros.
Un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada (ICGEA), bajo el nombre ‘Libertad de elección en materia sanitaria en España’, desvela un palpable desigualdad interterritorial en el SNS, pues "de los más de 47 millones de habitantes del país, tan solo poco más de un 44 % cuenta con un acceso real a la libre elección”. Algo que, a la postre, ha tenido su reflejo en las listas de espera de las distintas CC.AA.