Los suicidios y las autolesiones han alcanzado cifras extremadamente preocupantes, que deben hacer reflexionar y reaccionar a todos los organismos que componen la sociedad. Ejemplo de ello es que, hoy en día, uno de cada cuatro adolescentes en el mundo va a tener una autolesión a lo largo de su vida. El motivo que lleva a los adolescentes a las autolesiones es la autorregulación de las emociones, debido a que el sufrimiento emocional suele ser peor tolerado que el físico.
En este contexto, para hacer frente a esta lacra, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), con el apoyo de la Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja, puso en marcha el curso en prevención y manejo de autolesiones y comportamientos suicidas para personal asistencial de atención primaria de La Rioja.
“El papel de los profesionales de atención primaria es crítico para la prevención del suicidio y de las conductas relacionadas”
En total y de forma gratuita, casi un centenar de médicos, psicólogos, enfermeros o auxiliares de la comunidad han participado en este curso formativo impartido de forma online por el Dr. Blasco. Divido en seis sesiones, el curso ha profundizado en el espectro de las conductas suicidas, habilidades de comunicación y actitudes eficaces, primera asistencia e identificación, manejo de la conducta suicida y de la autolesión y autocuidado del cuidador.
“El papel de los profesionales de atención primaria es crítico para la prevención del suicidio y de las conductas relacionadas” ha indicado Hilario Blasco-Fontecilla, investigador del Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y director médico del centro avanzado de bienestar emocional EMOOTI, durante su intervención en la sesión de formación sobre “Manejo de las autolesiones (suicidas y no suicidas) en la práctica clínica”.
La jornada, que se ha celebrado en el rectorado de UNIR, ha sido inaugurada por el rector José María Vázquez García-Peñuela, que destacó que “las cifras tan terribles que han alcanzado los suicidios y la autolesiones que se han convertido en un azote de nuestras sociedades y que nos están haciendo reaccionar, también a las universidades. Nosotros hemos intentado aportar algo en el cúmulo de soluciones a prestar”.
Ante esto, Blasco alertó de que “las autolesiones no se pueden banalizar porque los intentos de suicidio vienen después de estas. Si cuando la autolesión se da por primera vez después de los 12-13 años, en caso de no actuar, vas a tener un intento de suicidio muy rápido. Hay niños que con seis años ya empiezan con autolesiones”.
“En contra de lo que la gente piensa, la mayoría de los pacientes que se suicidan están en seguimiento en atención primaria y no en salud mental"
Además, el experto reflexionó sobre la importancia de que España cuente con un Plan Nacional de prevención de suicidio, puesto que “desde los años 80 sabemos que es imposible predecir el suicidio consumado de una persona. Pero sabemos que es posible prevenir el 100% del suicidio (si se usan los medios adecuados)”.
Entre las medidas a poner en marcha, el experto de UNIR habló sobre la importancia de ir a las escuelas, acompañar emocionalmente desde las familias o personalizar los tratamientos y ofrecer a los pacientes “válvulas de escape”. Por ello es crítico el papel de los profesionales de atención primaria: “en contra de lo que la gente piensa, la mayoría de los pacientes que se suicidan están en seguimiento en atención primaria y no en salud mental, siendo los médicos y enfermeras de atención primaria los últimos profesionales que los ven con vida”, concluye Blasco.