Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja ha completado con éxito un modelo experimental para la prevención de enfermedades degenerativas de la retina, entre las que se incluyen la degeneración macular, glaucoma o retinopatía en bebés prematuros. El proyecto se inició en el año 2015 en colaboración con la Universidad de Buenos Aires.
En la presentación de los resultados de la investigación han participado la consejera de Salud, María Martín, y los científicos Ignacio Larráyoz y Alfredo Martínez, investigadores principales de las unidades de Biomarcadores y Señalización Molecular y Angiogénesis, respectivamente.
En su intervención, María Martín ha destacado que el hallazgo del CIBIR “supone un avance muy importante en la prevención de enfermedades degenerativas de la retina como es la degeneración macular, primera causa de pérdida de visión y ceguera en los adultos mayores de 65 años en países desarrollados”.
La investigación del CIBIR, que ha sido publicada recientemente en la prestigiosa revista internacional PLoS ONE, se ha dividido en dos etapas. La primera de ellas ha consistido en establecer un modelo de degeneración de retina en animales de experimentación y, la segunda etapa ha consistido en validar los resultados para la prevención de este tipo de patologías.
La investigación demostró que los receptores de adenosina son una buena diana terapéutica para la prevención de enfermedades degenerativas de la retina.
En el primer estadio de la investigación, los científicos lograron obtener un modelo de degeneración de células de retina en animales semejantes a las lesiones que producen las enfermedades en los seres humanos mediante la aplicación continuada de luz durante 24 horas.
Una vez conseguido el modelo, los investigadores focalizaron su estudio en la búsqueda de dianas terapéuticas que ayudasen a prevenir la enfermedad. En este caso centraron su atención en los receptores de adenosina, que es una molécula presente en la retina cuya carencia provoca la muerte celular y la consecuente degeneración.
Para validar su estudio, los científicos aplicaron fármacos intraoculares en uno de los ojos de los animales de experimentación mientras que el otro ojo no recibió tratamiento, con el objetivo de medir el éxito de la aplicación farmacológica. Se utilizaron dos sustancias químicas, una para aumentar la actividad del receptor de adenosina y otra para reducirla.
Una vez completados los resultados en 56 animales de experimentación, los estudios concluyeron que el fármaco que aumentaba la actividad del receptor prevenía el daño causado en la retina, mientras que la sustancia que actuaba como inhibidor incrementaba las lesiones oculares. En este sentido, y una vez comparada la morfología, biología molecular y electrofisiología de las retinas, la investigación demostró que los receptores de adenosina son una buena diana terapéutica para la prevención de enfermedades degenerativas de la retina.
Actualmente, las enfermedades degenerativas de la retina que se presentan en un ojo progresan en más del 50% de los casos al otro globo ocular. En este sentido, el hallazgo del CIBIR podría permitir la prevención de estas patologías en los pacientes que ya hayan presentado este tipo de lesiones en uno de sus órganos.