En la actualidad, la compañía Contse (Carburos Metálicos) sólo presta servicio de Terapias Respiratorias Domiciliarias (TRD) a unos 6.000 pacientes en la provincia de Huelva. Pero, tal y como han explicado algunos de estos pacientes a Consalud.es, "no están contentos con el servicio recibido".
Precisamente, los pacientes han recriminado que no se hagan revisiones periódicas "como sí lo hacía la anterior empresa". Además, han reprochado que cuando tienen alguna avería con alguno de sus aparatos, "el servicio no es eficaz". De hecho, uno de ellos lleva más de dos meses esperando un concentrador de oxígeno portátil y ha tenido problemas en varias ocasiones con un aerosol y otro de ellos se compra él mismo la alargadera de oxígeno y la cambia cada mes.
Uno de los pacientes de Huelva lleva más de dos meses esperando un concentrador de oxígeno portátil
Y es que Contse, a juzgar por las quejas de pacientes y profesionales, "no es una empresa solvente para proporcionar este servicio". Precisamente, hace unos días, la compañía ha sido descartada de la licitación del concurso de Aragón por no cumplir con el requisito de obtención del mínimo de 25 puntos exigidos en el apartado técnico y en Castilla-La Mancha también está contra las cuerdas y será el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) quién tendrá que decidir si da de lado las quejas de pacientes y neumólogos y finalmente escoge a Contse para prestar el servicio de TRD en Cuenca y Guadalajara o si, por el contrario, se decanta porque prime la calidad asistencial y técnica.
Ahora, también la Junta de Andalucía debería tomar nota de las reclamaciones de los pacientes que actualmente reciben el servicio de TRD en la provincia de Huelva. Hasta el momento, la Junta no se ha pronunciado al respecto. Desde Consalud.es nos hemos puesto en contacto con el departamento de comunicación de la Junta pero, hasta el momento, no hemos obtenido respuesta.
Lo que sí está claro es que en lo que al negocio de oxigenoterapia se refiere, Contse no lo tiene todo ganado, sino todo lo contrario: su estrategia de volver al negocio de la oxigenoterapia con prácticas comerciales "agresivas" que pueden afectar negativamente a un colectivo tan importante como el de los pacientes crónicos, no le está saliendo como quisiera.
Por ello, en este caso, tanto el Sescam como la Junta de Andalucía deberían escuchar las quejas de los pacientes y tomar cartas en el asunto.