La Comunidad Valenciana administra al año más de dos millones de vacunas. En concreto, el año pasado se declararon un total de 2.042.138 dosis.
El personal de enfermería de la Comunidad de Valencia cuenta con un total de 29.706 profesionales que están autorizados para el registro de vacunas. Sus funciones son tanto la administración de la vacuna como su posterior declaración para que conste en el registro de Salud pública.
Por su parte, cerca de 4.000 profesionales de enfermería se encargan de la logística de las vacunaciones, asegurándose que todos los centros dispongan de las dosis de vacunas necesarias y estas se conserven de manera adecuada. Gestionando, de esta forma, las posibles incidencias que puedan ocurrir.
La inmediatez y la buena coordinación con los responsables de Salud Pública permitieron que solo el 0.2% de las vacunas se descartaran en 2017
199 incidencias relacionadas con la rotura de la cadena del frío, fueron registradas en el 2017 en los centros de salud de la Comunidad Valenciana. Estas afectaron un 1.95 de las dosis de vacunas. La inmediatez y la buena coordinación con los responsables de Salud Pública a la hora de gestionar la conservación de las dosis, permitió que únicamente se descartara el 0,2% de las vacunas.
La consejera de Sanidad, Ana Barceló, señaló al respecto la buena gestión realizada por los profesionales de la sanidad, ya que “ante determinadas incidencias que son inevitables, la buena gestión y coordinación hace que el sistema sanitario público valenciano cada día funcione mejor".
El control de conservación y la buena gestión de las incidencias ha permitido un ahorro de 514.232 euros
En este sentido, la labor desempeñada por el personal de enfermería, en la gestión de las dosis de vacunación, ha permitido un ahorro de 514.232 euros gracias al control de conservación y buena gestión de las incidencias.
CERCANÍA Y HUMANIZACIÓN DEL PERSONAL
En muchas ocasiones, la sociedad muestra un rechazo ante algún tipo de vacunación. En este sentido, el personal de enfermería desempaña una labor de educación para la salud, informando sobre la vacuna y su importancia, así como los posibles efectos adversos o riesgos. De esta manera se reduce el temor que el paciente presenta ante dicha vacuna. En 2017, solo un 0.43% de la población mostró dicho rechazo.
En este sentido, Barceló resaltó "la importancia de la cercanía y humanización del personal de enfermería en la atención de los pacientes en edad de vacunación o de sus progenitores en el caso de los menores. De hecho, juegan un papel muy importante que queda reflejado tanto en las altas coberturas de vacunación como en el bajo índice de rechazos que se registra en la Comunidad Valenciana"