Los médicos de Ceuta y Melilla han dejado las puertas abiertas a retomar la huelga de facultativos tras la vuelta del verano. No en vano, los meses estivales han servido sólo para hacer más patentes las carencias asistenciales que vive su sanidad, aquejada de un déficit crónico de efectivos. La principal preocupación del colectivo es la falta de plantillas en las localidades norteafricanas, que se ceba especialmente con la Atención Primaria, pero que alcanza un innumerable número de especialidades.
De esta manera, los sindicatos médicos de las ciudades autónomas habían acordado una tregua en sus movilizaciones, tras 11 meses de protesta, como gesto de buena voluntad ante la llegada de una nueva directora general a Ingesa, Isabel Múñoz, que parece mostrarse más sensible a sus reivindicaciones. Sin embargo, el tiempo pasa y desde las ciudades autónomas denuncian que no han visto ninguna medida para incentivar la llegada de compañeros, despenalizar la compatibilidad privada o, en definitiva, mejorar sus actuales condiciones laborales.
Roviralta advierte de que “esta falta de compromiso y acción por parte de Ingesa agrava aún más la situación, dificultando la incorporación de nuevos profesionales y empeorando la atención sanitaria en la ciudad"
El Gobierno de España recogió en el BOE el 21 de febrero de 2023 el reconocimiento del personal sanitario de Ceuta y Melilla como “puestos de difícil cobertura”. Una catalogación que habilitaría la posibilidad de aplicar medidas de excepción que hicieran más ventajoso ejercer al otro lado del estrecho. Un año y medio después, asegura a ConSalud.es el presidente del Sindicato Médico de Ceuta (SMC), Dr. Enrique Roviralta, “sólo ha sido papel mojado y no ha habido avance alguno en la atracción de facultativos”.
En esta línea, Roviralta advierte de que “esta falta de compromiso y acción por parte de Ingesa agrava aún más la situación, dificultando la incorporación de nuevos profesionales y empeorando la atención sanitaria en la ciudad". De esta manera, reclama a los gestores del Instituto y al Ministerio de Sanidad que cumplan con lo prometido y “apliquen los incentivos profesionales que estipula el propio Real Decreto como herramienta esencial para que lleguen médicos”.
El responsable del SMC insiste en que la última visita de Isabel Muñoz, la semana pasada, a su ciudad supuso "una decepción" para el colectivo médico. "Constatamos mucho triunfalismo alejado de la realidad y falta de autocrítica en sus declaraciones. Es una historia que se repite una y otra vez. Si Ingesa no reconoce los problemas va a ser muy difícil solucionarlos. Parece que están poniendo todo de su parte para que se reactive la huelga", advierte Roviralta.
El SMM sostiene que “evidentemente” tiene que haber movimientos a corto y medio plazo, dado que la situación empieza a ser “cada vez más preocupante” por la apertura de un nuevo hospital universitario
Por su parte, desde el Sindicato Médico de Melilla (SMM) aclaran a nuestro medio que, tras muchos meses de protesta, apostaron por paralizar las movilizaciones por “el talante abierto al diálogo de Ingesa, transmitido por la directora general en su reciente visita a Melilla, así como por la “especial falta de personal que se sucede durante las vacaciones de verano” y que implicaría "perjudicar aún más a los pacientes". Pese a esta tregua, el SMM confiesa que desde junio “no ha habido ningún avance”.
La organización sindical melillense sostiene que “evidentemente” tiene que haber movimientos a corto y medio plazo, dado que la situación empieza a ser “cada vez más preocupante” por la apertura de un nuevo hospital universitario en el último trimestre de este año. “Se ha hablado en infinidad de ocasiones de que se va a fortalecer el número de profesionales, pero de momento no ha habido nuevas contrataciones, ni sabemos por dónde van a ir las mismas”, señalan.
"Aunque a partir de los 55 pueden renunciar a las guardias, muchos médicos no lo hacen para no perjudicar a sus compañeros”
El nuevo centro aumentará en un 52% el número de camas disponibles en la ciudad, lo que conllevará la necesidad de reforzar de manera paralela el número de sanitarios destinados a ofrecer servicio. “Hay que tener en cuenta también que tenemos unas de las plantillas más escasas y envejecidas de España. Por ello, aunque a partir de los 55 pueden renunciar a las guardias, muchos médicos no lo hacen para no perjudicar a sus compañeros”, lamenta el SMM.
Además, una de las circunstancias que más llaman la atención sindical es el hecho de que Ceuta y Melilla son los dos únicos territorios cuya gestión sanitaria depende del Gobierno central -Ministerio de Sanidad-. “No es comprensible que para una población de 200.000 personas, entre ambas ciudades, no sean capaces de poner soluciones”, observan desde el SMM, concluyendo que sus servicios de salud deberían “ejemplificar” la sanidad que defiende el Ejecutivo nacional y el modelo de gestión que desearían exportar a las CC.AA..