El conselleiro de Sanidad de la Xunta de Galicia, Julio García Comsesaña, ha visitado la unidad de mama del Hospital Meixoeiro debido a la adquisición, por parte de la Xunta, de dos nuevos mamógrafos que rondan los 400.000 euros de inversión. En el acto estuvo acompañado por la delegada territorial de la Xunta, Marta Fernández-Tapias; la directora general de Salud Pública, Carmen Durán, y el gerente del área sanitaria, Javier Puente.
Esta medida forma parte del contrato para renovar cuatro equipos de mamografía digital destinados al acribillado mamográfico del Programa gallego para la detección precoz del cáncer de mama. Dotados de tecnología 3D que permite la reducción de tejidos y del número de biopsias, junto con la mejora de la tasa de detección. Entre los centros destinatarios se encuentran: el Hospital Gil Casares, en el área sanitario de Santiago y Barbanza; el Hospital Abente y Lago, en el área sanitario de A Coruña y Cee, y el Hospital Meixoeiro, del área sanitaria de Vigo. Todo ello, mediante los más 90 millones de euros de los Presupuestos de la Xunta de 2022, destinados a la renovación y ampliación de equipo tecnológico en la sanidad pública gallega.
Los resultados muestran que las mujeres que fueron detectadas a través de este programa, han tenido una supervivencia relativa a los cinco años del 96,6%
Este programa de detección precoz, se puso en marcha en el año 1992, desde entonces han realizado 2.704.969 exploraciones y más concretamente en el Hospital Meixoeiro, en el pasado año, fueron exploradas 36.892 mujeres, con una participación del 79,3%.
Desde 1992 hasta 2019 en el conjunto de Galicia, se les indicó una valoración clínica adicional al 2,9% de las mujeres exploradas. En total se diagnosticaron 9.382 cánceres, una tasa de detección de 3,68 cánceres por 1.000 mujeres exploradas. Los resultados muestran que las mujeres que fueron detectadas a través de este programa, han tenido una supervivencia relativa a los cinco años del 96,6% frente al 83,1% de las que no fueron diagnosticadas con el programa de detección precoz. Y en el impacto de la mortalidad, en las mujeres de 50-69 años, se produjeron 910 menos de las esperadas, lo que representa una merma mayor del 20% de los casos observados frente a lo que podría esperarse en ausencia de acribillado poblacional.