La Xunta cuenta con el programa YAM para la promoción de la salud mental en la adolescencia, en el que participan desde este curso 1.416 estudiantes de 78 centros educativos de toda Galicia.
Este proyecto de las Consellerías de Sanidade y de Educación, Ciencia, Universidades e Formación Profesional ha sido presentado este miércoles en Lugo en el marco de las II Jornadas de prevención y sensibilización del suicidio y nuevas adicciones en la juventud, organizadas por la Fundación ALAR y en las que participaron el delegado territorial de la Xunta en Lugo, Javier Arias, y el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Gallego de Salud, Alfredo Silva.
El programa YAM (siglas en inglés de Juventud consciente de la salud mental) se desarrolla en las aulas para que adolescentes de 13 a 17 años reflexionen sobre sus propias emociones. La iniciativa hace hincapié en el apoyo entre iguales a compañeros o compañeras que se estén a sentir mal.
Arias: "Es importante mantener una intensa y fluida colaboración con colectivos sociales y siempre con un enfoque transversal, involucrando la diferentes departamentos de las Consellerías implicadas"
En su intervención, el delegado territorial de la Xunta destacó la importancia de "mantener una intensa y fluida colaboración con colectivos sociales y siempre con un enfoque transversal, involucrando la diferentes departamentos de las Consellerías implicadas".
Por su parte, el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Gallego de Salud avanzó que, en el marco del Plan de Prevención del Acoso Escolar, las Consellerías de Sanidade y de Educación formaron la profesionales a lo largo de los dos últimos años que impartirán talleres para familias de Educación Infantil y Secundaria a través de la Escuela Gallega de Madres y Padres
La Xunta desarrolló el Plan de Salud Mental Poscovid-19 2020-2024 con una inversión de 83 millones de euros, un plan que incluyó la dotación de personal para los nuevos hospitales de día de salud mental infanto-juvenil (uno en cada área sanitario) o la implantación de la vía rápida de atención al suicidio en la juventud, con una demora de menos de 7 días.