Los problemas de salud mental han experimentado un importante crecimiento durante los últimos años y se han hecho especialmente visibles tras la pandemia de la Covid-19. Por ello, las estrategias nacionales y autonómicas han puesto un especial interés en dar respuesta a estas demandas relacionadas con la salud emocional de los ciudadanos. Todas las CC.AA. disponen de iniciativas o planes de salud mental centrados la prevención, detección y abordaje de estos pacientes, con un singular foco en el grupo social de los más jóvenes. De la misma manera, se recogen iniciativas para dar respuesta al riesgo de suicidio asociado a estas patologías.
Una de las regiones que ha trasladado recientemente una novedosa estrategia asociada a su Plan de Salud Mental 2020-2024 es Galicia. Desde la Consejería de Sanidad se está trabajando en la puesta en marcha el Programa Visia, que tiene como objetivo general diseñar e implementar un sistema automatizado de detección de malestar emocional y riesgo de suicidio en la adolescencia basado en la inteligencia artificial (IA). El coordinador del Plan de Salud Mental autonómico, Alejandro García Caballero, ha desvelado a ConSalud.es que este programa persigue “servir de soporte al operador humano en la valoración de los intentos de suicidio”.
Desarrollar un algoritmo que colabore en la detección de conductas suicidas “en base a un análisis de microexpresiones faciales o elementos prosódicos –emociones- en la voz”
El procedimiento puesto en marcha en Galicia servirá, en su fase inicial, para desarrollar un algoritmo que colabore en la detección de conductas suicidas “en base a un análisis de microexpresiones faciales o elementos prosódicos –emociones- en la voz”, que se servirá también en la práctica de “perfiles moleculares obtenidos mediante proteómica en saliva, grabaciones de vídeo y audio en contextos específicos, y el contenido del lenguaje producido por los sujetos objeto del estudio", relata. De este modo, una vez delimitados los baremos de detección se espera poder mejorar la capacidad de prevención de estas conductas.
Desde la Dirección General de Asistencia Sanitaria se ha estipulado la confección de una muestra compuesta por tres distintos colectivos, y de cuyos resultados se desprenderán los datos modelo para la futura aplicación de la IA en la detección de casos de ideación suicida entre los jóvenes. En concreto, se tomará muestra de un primer grupo de “estudiantes neurotípicos” y otro de pacientes reclutados en consultas de psicología, pero “sin ideación suicida conocida”, que van a funcionar como grupos de control. “A ellos se añadirá finalmente otro colectivo de pacientes diana procedentes de experiencias previas de ideación suicida”, desvela García.
“Se trata de expresiones involuntarias que duran menos de 250 milisegundos. De manera no consciente, las personas que sufren angustia, ansiedad o depresión trasladan estas gestualidades"
El coordinador del Plan de Salud Mental de Galicia hace especial hincapié en las microexpresiones de las personas a la hora de poder trazar unas pautas de detección suicida. “Se trata de expresiones involuntarias que duran menos de 250 milisegundos. De manera no consciente, las personas que sufren angustia, ansiedad o depresión trasladan estas gestualidades mientras se conversa con ellos y que son imperceptibles a simple vista”. Estos signos no voluntarios del individuo susceptible de problemas de salud mental cobran especial importancia, dado que “no engañan”, aclara el responsable gallego.
En la actualidad la psicología y la psiquiatría cuentan con muchos protocolos de detección y se valoran continuamente las situaciones de riesgo de suicidio a lo largo de todo el país. Sin embargo, la estrategia de la Xunta añadirá a los cuestionarios y escalas habituales en el ámbito estos análisis empíricos de datos a través de la inteligencia artificial, puesto que “un individuo puede mentir y decir que no tienen ningún problema emocional cuando a ciencia cierta lo tiene o, por el contrario, trasladar que afronta muchos problemas cuando realmente no se dan”, remarca.
Permitan diseñar “un algoritmo fiable que después pueda validarse en la población general” y sirva de acompañamiento a la propia labor de los profesionales que evalúan estos casos
De esta manera, no se trata únicamente de lo que una persona dice, sino “cómo lo dice”. En esta línea, lo que el Programa Visia pretende es que a partir de ahora los análisis experimentales llevados a cabo en los jóvenes participantes del estudio inicial -en base a cuestionarios, diálogos o relatos espontáneos- y la posterior creación de una base de datos fundada en los mismos, permitan diseñar “un algoritmo fiable que después pueda validarse en la población general” y sirva de acompañamiento a la propia labor de los profesionales que evalúan estos casos y están dedicados a la detección precoz.
En definitiva, la nueva iniciativa gallega en el abordaje de la salud mental y la identificación de posibles casos con riesgo de suicidio en población infanto-juvenil pretende cubrir todos esos episodios en los que un paciente “puede fingir socialmente -poner cara de sonrisa- cuando tras esa fachada está pasándolo muy mal”. Una circunstancia que “el nuevo sistema inteligente basado en la microexpresión y voz debería ser capaz de identificar”, concluye Alejandro García Caballero.