Las nueve semanas de huelga de los profesionales sanitarios del servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario Clínico Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) han culminado este miércoles con una manifestación por las calles de Santiago de Compostela. Denuncian el deterioro de la calidad asistencial, la falta de facultativos y la saturación de las urgencias hospitalarias. Solo piden más medios, más recursos y una mejor organización. Sin embargo, desde la gerencia del centro hospitalario y el Servicio Gallego de Salud (Sergas) no han conseguido cerrar con sus propuestas una negociación que dé por zanjado este conflicto.
El hartazgo de los sanitarios santiagueses es tal que han representado sus protestas con canciones dedicadas a su gerente, Eloína Núñez, o villancicos y caceroladas, con las que piden dimisiones ante la situación de precariedad con la que el personal del CHUS trabaja a diario.
El próximo lunes los sindicatos decidirán si continúan o no las movilizaciones
Las protestas están convocadas por la Comisión de Especializada, secundada por las nueve organizaciones sindicales con representación en el área sanitaria de Santiago y el sindicato O'Mega, central representativa del personal médico, que promueve más concretamente las movilizaciones para el colectivo médico del servicio.
Este miércoles los trabajadores de Urgencias del CHUS (y de otros servicios hospitalarios), sindicatos, partidos políticos y usuarios han salido a la calle para protestar ante el colapso inminente de las urgencias hospitalarias.
Este próximo lunes, 14 de enero, se votará en urna la última propuesta de la gerencia del área sanitaria que contempla incremento de catorce plazas en el servicio: seis de enfermería, seis de técnicos auxiliares de enfermería y 2 de médicos. Los sindicatos consideran que es insuficiente.