El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo presentó la pasada semana el proyecto de reforma de la Ley de Ordenación Farmacéutica de 1999 con el que se pretende garantizar la dispensación de medicamentos en las zonas menos pobladas.
Así, está previsto que las farmacias puedan abrir sucursales en las parroquias o poblaciones donde no haya este servicio. De este modo, el Ejecutivo gallego quiere garantizar que este servicio se preste en todos los municipios.
La farmacia domiciliaria será exclusiva para pacientes que tengan movilidad reducida o que sufran enfermedades crónicas
Entre las medidas que se prevén en la ley para lograrlo, está la "anulación automática" de los concursos de traslados de los farmacéuticos si el establecimiento farmacéutico es el único existen en la zona y deja sin prestación a un municipio.
Además, esta nueva normativa también regulará la venta de productos farmacéuticos por Internet y las entregas a domicilio. En este último caso, la denominada farmacia domiciliaria queda acotada a aquellos pacientes y usuarios que tengan movilidad reducida o que sufran enfermedades crónicas.