La Consejería de Sanidad avisa a los ciudadanos de la importancia de tomar medidas para protegerse de posibles intoxicaciones por monóxido de carbono (CO). Cada año, los servicios de urgencias médicas de Galicia atienden más de un centenar de alarmas por posibles intoxicaciones por monóxido de carbono y se confirman un 25%.
El monóxido de carbono se produce cuándo se queman combustibles orgánicos como gas butano o propano, petróleo, gasóleo, gasolina, queroseno, carbón o madera. Todos los aparatos domésticos que queman combustible, tales como calentadores de agua a gas, estufas, fogones u hornos de cocina de gas y braseros de leña consumen oxígeno y producen monóxido de carbono. Lo mismo sucede con las chimeneas, calderas y automóviles y con cualquier otro tipo de motor no eléctrico.
La intoxicación a causa del monóxido de carbono puede llegar a ser mortal
La intoxicación a causa del monóxido de carbono puede ser fatal, ya que respirado en grandes dosis puede causar la muerte por intoxicación en pocos minutos. Las personas que presentan mayor sensibilidad ante su exposición son las mujeres embarazadas, los bebés, los niños pequeños, las personas mayores y las que padecen de anemia, problemas del corazón o respiratorios.
SÍNTOMAS DE INTOXICACIÓN
Los síntomas de intoxicación por CO son similares a los de algunas enfermedades comunes como la gripe o las intoxicaciones por alimentos en mal estado. En bajas concentraciones en el aire, el monóxido de carbono puede causar falta de aliento, náuseas y mareos ligeros. Al incrementar su concentración, causa dolores de cabeza, mareos y náuseas intensas, confusión mental progresiva llegando a provocar desvanecimientos. Si se respira durante un tiempo suficiente, puede llegar a ser mortal.
Si una persona está en un ambiente cerrado, con algún aparato de combustión encendido y nota alguno de los síntomas anteriormente descritos es probable que se esté intoxicando por monóxido de carbono. Lo que tiene que hacer en esa situación es apagar la fuente de combustión, abrir puertas y ventanas e ir a un lugar donde pueda respirar aire fresco. A continuación debe ponerse en contacto con Urgencias Sanitarias-061 o acudir directamente a un centro de urgencias, indicando que poder tener intoxicación por monóxido de carbono para que se tomen enseguida las medidas oportunas de diagnóstico y tratamiento.
FACTORES DE RIESGO Y MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Existen varios factores externos que permiten detectar el aumento de CO en el aire. Por ejemplo, en los aparatos a gas, el consumo de oxígeno y la producción de monóxido de carbono aumentan peligrosamente cuando queman mal por falta de un mantenimiento adecuado. En estos casos, la llama del quemador se hace cada vez más amarilla y menos azul y se puede ver el charrizo en el quemador.
Conviene vigilar la instalación y el mantenimiento adecuado de los aparatos de combustión, tales como estufas o calentadores de agua y de sus conductos de ventilación. Ante cualquiera sospecha, es necesario que los revise un profesional. Cuando se utilicen aparatos de combustión en lugares cerrados, hay que mantener siempre una ventilación idónea. Nunca se debe emplear el horno de gas de la cocina para calentar una casa, aunque sea por poco tiempo. Tampoco se debe quemar carbón dentro de una vivienda, ni siquiera en la chimenea.
Se desaconseja la utilización de un brasero tradicional de leña en la vivienda, pero si es necesario usarlo, tiene que estar a la vista, hay que ventilar frecuentemente la estancia y el brasero debe ser retirado o apagado siempre durante las horas de sueño. En cuanto a los motores de combustible, no deben encenderse en ambientes cerrados como galpones y garajes.