El consejero de Sanidad de Galicia, Julio García Comesaña, pone en valor todo el trabajo y los profesionales del sistema de salud de la comunidad autónoma y espera que 2020 se recuerde como el año de la salud.
¿Qué balance sanitario hacen de este 2020?
Me gustaría que, con el tiempo, 2020 fuese recordado como el año de la sanidad y no como el de la pandemia. Evidentemente, sin olvidarnos de las muchas heridas que nos deja -en Galicia, más de 2.000-. Y es que, a lo largo de todos estos meses, hemos podido comprobar el gran sistema sanitario que tenemos y por el que debemos sentirnos realmente orgullosos.
Un gran sistema sanitario que lo es, no por casualidad, sino por la extraordinaria valía profesional y humana de todo el personal que lo forma. Aprovecho, pues, esta ocasión que me brindáis para agradecerle, una vez más –todas me parecen insuficientes-, su trabajo, su dedicación, su compromiso y su profesionalidad. Ellos han sido y son nuestro salvavidas ante esta enfermedad.
Pero me gustaría poner también en valor todo el esfuerzo de los profesionales que, aun no estando en primerísima línea de la lucha contra el virus, han mantenido la atención y la calidad asistencial al máximo nivel. Por ello, nuestro reconocimiento hacia ellos no puede ser menor.
Y muestra de esta entrega ha sido que, a pesar del contexto epidemiológico, el tiempo medio de espera para una intervención o consulta hospitalaria ha sido similar al de años anteriores. Por poner un ejemplo: en junio de 2020, una vez finalizado el periodo de confinamiento total, meses en los que, como no podía ser de otro modo, todo lo ocupaba la atención a la covid, el tiempo medio de espera para una cirugía global era de algo más de cien días. Pues bien, en diciembre, ese plazo se redujo en casi 30 días hasta los 72. Es más, gracias al esfuerzo de nuestros profesionales, los pacientes atendidos en las vías rápidas de cáncer esperaron cuatro días menos que en el 2019 para ser atendidos. Por ello y por ellos, no podemos dejar de seguir cumpliendo de forma escrupulosa las normas sanitarias. Esta es la mejor manera de reconocerles y agradecerles su trabajo, pero, sobre todo, es la mejor manera de cuidarles.
"2020 nos ha confirmado que el camino que Galicia ha recorrido a lo largo de la última década en el ámbito sanitario es el correcto, el camino del compromiso con la salud"
Es evidente que la llegada de la pandemia nos ha obligado a actualizar las prioridades sanitarias y que ésta ha ocupado, prácticamente, toda la gestión de gobierno. Hemos estado asesorados por el mejor equipo posible: un comité clínico de expertos, cuyas recomendaciones han sido –y siguen siendo- vitales para poder hacerle frente.
2020 nos ha confirmado que el camino que Galicia ha recorrido a lo largo de la última década en el ámbito sanitario es el correcto, el camino del compromiso con la salud con hechos: más obra nueva, más reformas y ampliaciones, más tecnología e investigación, más personal y más servicios.
Así, y atendiendo a esta situación excepcional, en 2021, tal y como está plasmado en los presupuestos, realizaremos el mayor esfuerzo inversor en sanidad: más de 4.500 millones de euros, una cifra un 11,6% superior a la del año pasado; para reforzar aún más los recursos materiales y humanos, y continuar con la renovación integral del servicio gallego de salud, aplicando las lecciones aprendidas en estos meses.
La llegada de la pandemia ha supuesto un revés para el Sistema Nacional de Salud. ¿Qué cambios deberían llevarse a cabo?
A estas alturas de 2021, la prioridad del Gobierno gallego sigue siendo gestionar la pandemia. Las medidas sanitarias y el plan de vacunación son fundamentales para culminar este objetivo con éxito. Por ello, antes de hablar de cambios, hay que hablar de continuidad, de mantener lo que ha dado buenos resultados y que ha ayudado a afrontar este enemigo desconocido. Me refiero al modelo de gobernanza que iniciamos con la pandemia y que tiene como pieza nuclear el comité de expertos, formado por profesionales de reconocido prestigio, que ha asesorado al Ejecutivo gallego y que ha formulado las recomendaciones más apropiadas y ajustadas a la realidad epidemiológica de cada momento. Seguiremos trabajando de la mano con un único objetivo: salvar vidas y devolverle la normalidad a los gallegos lo antes posible.
Como he dicho, la pandemia cambió el orden de prioridades. Básicamente, porque luchamos contra un virus al que no es fácil atajar su contagio. Toda vez que ya tenemos cierto conocimiento sobre él y que contamos con una vacuna, es importante centrar, también, la mirada en otras muchas batallas. Debemos recuperar la actividad sanitaria, tanto la quirúrgica como la diagnóstica, aplazada por este momento excepcional. Para ello, en Galicia, disponemos de un fondo covid y de un plan de contingencia de recursos humanos, con el que reforzar el sistema de salud.
Precisamente, gracias a este fondo, llevaremos a cabo obras de diferenciación de circuitos en los centros de atención primaria y de dobles circuitos en los servicios de urgencias; y continuaremos desarrollando la plataforma logística del SERGAS –su eficacia está más que comprobada en la fase más aguda de la pandemia-, incidiendo en la mejora de sus aplicaciones informáticas y ampliándolas a más unidades sanitarias.
Del mismo modo, consolidaremos las unidades covid que hemos creado en los hospitales, para continuar con el seguimiento de la evolución de los pacientes una vez dados de alta. Serán unidades multidisciplinares, en las que se abordará de forma integral su estado y se hará, además de un modo homogéneo y estandarizado. Nuestro objetivo es iniciar un trabajo de estudio de la evolución de la enfermedad y de sus posibles afecciones cardiovasculares, pulmonares, neurológicas o psiquiátricas. Estas unidades poscovid estarán formadas por especialistas en atención primaria, medicina interna, neumología y en enfermería; y todas ellas contarán con un coordinador. Queremos, pues, tener un conocimiento integral sobre el virus para que, siempre que sea posible, ir un paso por delante en la atención de posibles complicaciones y secuelas.
Y, de forma paralela, continuaremos trabajando para dotar al sistema gallego de salud de una estrategia integral y multidisciplinar, centrada en una atención asistencial integrada y donde la organización se concentre en el proceso y en el paciente. Con la que, además de darle prioridad a las infraestructuras según las necesidades existentes, se identifiquen, también, aquellas patologías en las que actuar con más intensidad. Para ello, tomaremos como ejemplo el modelo de las unidades de mama, en donde se cuenta con la opinión de las especialidades implicadas, se actúa de forma integrada, se involucra al enfermo en todo el proceso y se dispone de los últimos avances en tecnología, modelo de unidad que debemos consolidar y extender a otros ámbitos.
¿Cuáles han sido las lecciones aprendidas hasta ahora con la llegada del nuevo coronavirus?
Quizás la primera y la más evidente de todas las lecciones que nos está dejando esta pandemia es que, si la vigilancia epidemiológica ya era importante en todo sistema sanitario, ahora, si cabe, lo es mucho más. De ahí que el refuerzo de la estructura y de los procesos de gestión de la salud pública, principalmente, en lo que a prevención de enfermedades y a anticipación de brotes pandémicos se refiere, sea uno de los aspectos a tener más en cuenta.
Nunca creímos vivir una situación tan excepcional como ésta y con tanta virulencia. Y, como no podemos descartar que vuelva a pasar, tenemos que estar preparados –más y mejor- ante otro posible escenario similar. Por ello, ante la ausencia de una ley estatal que nos dé herramientas ante situaciones excepcionales como ésta, en Galicia acabamos de actualizar nuestra normativa de salud para adaptarla al contexto actual y cubrir, así, carencias de la legislación vigente. 2020 nos ha aportado una experiencia que debemos aprovechar. Es importante consolidar todas aquellas infraestructuras que hemos puesto en marcha, como los sistemas de alerta temprana y la central de seguimiento de contactos; así como también la mejora de los circuitos que ya tenemos y extenderlos a toda la red de centros de salud y hospitalarios. Asimismo, queremos poner la inteligencia artificial y el big data al servicio de la epidemiología, desarrollando una plataforma de vigilancia y de gestión avanzada que ayude a monitorizar los casos de covid.
Hay que reformular el papel de la Atención Primaria. Por ello, uno de los aspectos en los que vamos a trabajar desde ya es en la figura directiva de los jefes de servicio. En contextos de gran carga asistencial, es necesario liberarlos de trabajo burocrático, para que estén centrados en lo urgente, en tareas de gestión y de coordinación. Asimismo, es importante facilitar la integración entre los servicios de atención primaria y la hospitalaria. Para ello se necesita de un enlace entre ambos niveles asistenciales y ahí jugarán un papel importante los servicios de admisión y, por eso, hemos ajustado la categoría de médico de admisión.
“Nuestro objetivo es iniciar un trabajo de estudio de la evolución de la enfermedad y de sus posibles afecciones cardiovasculares, pulmonares, neurológicas o psiquiátricas”
La pandemia nos ha demostrado, además, que la apuesta por la telemedicina ha sido un camino acertado. Y es que nos ha permitido atender y hacer seguimiento de nuestros pacientes, evitándoles desplazamientos a los centros sanitarios y liberando la carga asistencial en los hospitales. Evidentemente, el objetivo es recuperar la atención presencial en los servicios de primaria hasta conseguir un equilibrio con la no presencial, que complementaremos con un sistema de videoconsulta que permita el contacto visual tan necesario entre profesional y paciente.
Renovaremos, también, los procesos asistenciales de las principales patologías crónicas, para integrar la información que generan los dispositivos con los que cuentan estos pacientes en la historia clínica electrónica; y actualizaremos el programa ‘Conecta 72’, un sistema de seguimiento tras el alta hospitalaria.
La tecnología sanitaria tiene cada vez más fuerza, tanto en el ámbito de la investigación como en el abordaje del paciente. ¿Qué acciones se están llevando a cabo desde la Consejería en este ámbito?
El papel de la innovación y de la investigación es determinante a la hora de abordar situaciones como las que estamos viviendo. Y es que, gracias a ellas, le ganamos camino al futuro y sus resultados se traducen en batallas ganadas a la enfermedad.
Esta crisis sanitaria ha reforzado la importancia y la necesidad de los institutos de investigación médica y del buen hacer de sus profesionales, a quienes debemos brindarles un mayor apoyo –tanto desde las administraciones públicas como desde las entidades privadas-, para impulsar así tratamientos innovadores y la medicina traslacional. Hay que avanzar en un sistema integrado de investigación clínica, aumentando la colaboración entre centros y ahondando en el desarrollo de la carrera investigadora y en el marco regulador de la contratación de sus profesionales.
En Galicia, la investigación está canalizada a través de los institutos de investigación de tres de las siete áreas sanitarias –A Coruña, Santiago de Compostela y Vigo-, coordinados por la Agencia de Conocimiento en Salud (ACIS) que, además, teje vínculos con las universidades y con empresas de dentro y fuera de Galicia.
Precisamente, estamos cerrando un convenio para que los trabajadores de las tres fundaciones tengan unas mejores condiciones laborales. Y, cómo no, lo que se diga y haga a nivel nacional en lo relativo a la carrera investigadora es crucial. En este ámbito, hay margen de mejora para estabilizar a los profesionales y que puedan continuar apoyando a los investigadores estatutarios.
Del mismo modo, crearemos una red de centros de simulación en Galicia que garantice la formación y la capacidad investigadora del personal del servicio gallego de salud; al igual que una plataforma de gestión del conocimiento en salud que permita los profesionales de nuestra Comunidad, por un lado, compartir sus experiencias y, por otra, acceder a programas formativos específicos.
En este 2021, también queremos llevar a cabo renovación importante del equipamiento sanitario. Destinaremos más de 60 millones de euros a un programa integral de actualización del equipamiento de los bloques quirúrgicos de toda la planta hospitalaria del servicio gallego de salud, haciendo una apuesta especial por la cirugía robótica; la renovación integral del equipamiento de alta tecnología para el diagnóstico. Y ya estamos trabajando en el desarrollo de un centro de terapia CAR-T que dé a nuestros pacientes la posibilidad de acceder a esta terapia celular avanzada.
"Es importante facilitar la integración entre los servicios de Atención Primaria y hospitalaria. Para ello se necesita un enlace entre ambos niveles asistenciales como los servicios de admisión"
Tenemos diseñada una nueva aplicación ‘SERGAS Móvil’, a través de la cual, además de acceder a las aplicaciones ya existentes, pero, eso sí, de un modo más intuitivo, se podrá tener acceso a la tarjeta sanitaria virtual, a la hoja de medicación activa y a la videoconsulta, entre otras muchas herramientas. De hecho, en las cuentas para este año, hemos incluido una partida de más de 18 millones de euros, para la renovación de los equipos y la incorporación de sistemas multimedia, y poder, así, llevar a cabo estas medidas.
¿Cuáles van a ser los principales objetivos para 2021?
De cara a este 2021, hemos presentado un presupuesto de récord: más de 4.500 millones de euros. Este compromiso con la salud permitirá continuar con los programas de inversión en infraestructuras sanitarias que ya han permitido, en los últimos 11 años, la puesta en marcha de procesos de construcción o ampliación hospitalaria en la totalidad de las áreas sanitarias, así como también la inversión de más de 100 millones de euros en infraestructuras de atención primaria. Seguiremos con el proceso de renovación integral del servicio gallego de salud, que abarca toda la infraestructura tecnológica, la de atención primaria y la hospitalaria.
Vamos a seguir desarrollando el modelo de gestión integrada que incluya, no solamente las estructuras directivas, sino también los procesos asistenciales, porque las patologías deben manejarse de forma transversal. Mejoraremos, para ello, el sistema de comunicación y de intercambio de información entre facultativos y profesionales de primaria y especializada. En nuestra Comunidad, como apuntaba anteriormente, un elemento como la historia clínica electrónica, ha beneficiado los procesos asistenciales integrados o programas de colaboración entre primaria y los hospitales.
Además de la renovación de infraestructuras y equipamientos en atención primaria y hospitalaria, también haremos especial hincapié en los programas de salud pública, como el de promoción de estilos de vida saludables y el de prevención de enfermedades. Sabemos que el diagnóstico precoz asegura un alto porcentaje de éxito a la hora de superar una enfermedad. En Galicia, queremos extender a todo el territorio, como hicimos con el cribado de mama y de colon, el cribado del cáncer de cérvix, que ya hemos iniciado. Pero también queremos dar pasos en la mejora de la precisión de los tratamientos, avanzando en la medicina personalizada, la terapia celular avanzada y la cirugía robótica.
Vamos a centrar, también, nuestros esfuerzos en la atención a los pacientes crónicos. De hecho, la Estrategia Gallega de Cronicidad incide, precisamente, en la atención domiciliaria de estos pacientes, tanto presencial como telemática. Y no quiero olvidarme de la hospitalización a domicilio que, en Galicia, con una población muy mayor, es una de los pilares de nuestro sistema sanitario. Por ello, seguiremos extendiendo dicho servicio al 100% del territorio, y ya hemos creado la categoría de médico especialista en HADO (Hospitalización a domicilio).
Tenemos que orientar, también, nuestros esfuerzos en intentar paliar los efectos de la pandemia sobre la salud, tanto las que padecieron la enfermedad como el resto de usuarios del servicio gallego de salud. Desarrollaremos el Plan Gallego de Salud Mental, reorientado y ampliado para atender las consecuencias de la pandemia en el ámbito de la salud mental, con la creación de más de 200 nuevas plazas de personal sanitario.
Y, del mismo, continuaremos con los programas de atención psicológica a nuestro personal sanitario, algunos ya los pusimos en marcha durante la fase aguda de la pandemia; y, a partir de ahora, con el Plan de intervención psicosocial para el apoyo y la atención a los 44.000 profesionales del servicio gallego de salud, que acabamos de aprobar este pasado mes de febrero. El esfuerzo ha sido –y sigue siendo- tan grande que, cuando todo pase, necesitarán de nuestro cuidado.
Y seguiremos trabajando por dotar de una mayor estabilidad de nuestro personal sanitario. Continuaremos demandando al Gobierno de España la eliminación de la limitación a las tasas de reposición, que imposibilita la convocatoria de miles de plazas que se encuentran en situación de interinidad. Por nuestra parte, la Xunta de Galicia mantendrá su política de convocatoria continuada de Ofertas Públicas de Empleo.