El consejero de Sanidad, Julio García Comesaña, ha presentado el cuarto de los Procesos Asistenciales Integrados (PAI). Estos procesos están dirigidos a homogeneizar la atención de patologías crónicas. En este caso, el consejero presentó en Orense el PAI de enfermedad renal crónica.
En Galicia, las patologías crónicas afectan a más de 400.000, mientras que la enfermedad renal crónica alcanza los 230.000 casos. Estas cifras ponen de manifiesto la importancia de elaborar planes estratégicos que mejoren la atención de las patologías.
La nueva guía fija los criterios para el seguimiento de cada paciente de acuerdo con los resultados obtenidos de sus pruebas diagnósticas
La enfermedad renal crónica es la pérdida lenta de la función de los riñones con el paso del tiempo. En un principio, puede no presentar síntomas, pero esta patología puede empeorar hasta la etapa de enfermedad renal terminal (ERT), en la que los riñones ya no tienen la capacidad de eliminar suficientes desechos y el exceso de líquido del cuerpo. En ese momento se necesitará diálisis o incluso trasplante de riñón.
La nueva guía, elaborada con la colaboración de la asociación ALCER Galicia, fija los criterios para el seguimiento de cada paciente de acuerdo con los resultados obtenidos de sus pruebas diagnósticas. De este modo se puede determinar cuales son los pacientes que deben continuar en Atención Primaria y cuales deben ser remitidos directamente a un seguimiento especializado en Nefrología. Además, permite determinar la frecuencia recomendada de monitorización y el seguimiento mediante consulta.
Por otro lado, el PAI de enfermedad renal crónica indica que los pacientes con grados avanzados de la enfermedad necesitan consejos dietéticos complejos, y establece su atención por parte del personal de nutrición de Atención Primaria. "Precisamente para la atención de pacientes crónicos, como este caso, a finales del año pasado, la Xunta incorporó cerca de un centenar de nutricionistas a los centros de salud gallegos", destacó García Comesaña.
Además, el documento contempla la creación del "Código Fístula", como nuevo mecanismo de control de la progresión de la enfermedad. La trombosis de la fístula arterio-venosa es una de las complicaciones que pueden tener los pacientes en hemodiálisis, cuyo resultado puede tener efectos importantes en la evolución de la enfermedad. Por ello, se pretende habilitar el Código como una vía rápida para disminuir los tiempos entre la trombosis y su revascularización.
El documento contempla la creación del "Código Fístula", como nuevo mecanismo de control de la progresión de la enfermedad
Durante su intervención, el consejero de Sanidad puso en valor el proyecto piloto que está desarrollando el centro de salud de Mariñamansa. Este proyecto cuenta con un algoritmo que ayuda a la detección precoz de la enfermedad. "Esta experiencia ha detectado ya más de 220 pacientes con datos analíticos de enfermedad renal crónica", detalló García Comesaña.
De esta forma, el área sanitaria de Orense lideró el grupo inicial de profesionales desde el que se desarrolló el Proceso Asistencial Integrado de enfermedad renal crónica. Este Proceso suma las nuevas guías de déficit de alfa 1 antitripsina y enfermedad inflamatoria intestinal, además de la actualización del PAI de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).