El Servicio Gallego de Salud (Sergas) necesitó 32 millones extra para poder pagar las sustituciones en verano. Según publica La Opinión de A Coruña, la Consejería de Sanidad de Jesús Vázquez Almuiña agotó en agosto su fondo de imprevistos para poder pagar las vacaciones de su personal.
Con esta inyección presupuestaria pudo pagar las nóminas de los trabajadores que contrató para cubrir las vacaciones de su plantilla, cuyo coste ronde los 1.600 milones anuales.
El consejero de Sanidad Jesús Vázquez Almuíña, justificó el pasado mes de abril en declaraciones a La Opinión de A Coruña la necesidad de recurrir a contratos de días e incluso horas para cubrir bajas por enfermedad o vacaciones.
El Consello de Contas ya recriminó a la Consejería de Sanidad su abuso de las modificaciones presupuestarias
El Sergas tuvo que acudir a esta reserva para "cubrir los desajustes presupuestarios del capítulo I (el relativo a personal) que derivan de la propia variabilidad de la actividad asistencial asociada a las circunstancias estacionales y de la necesidad de proveer una adecuada asistencia sanitaria a la población", tal y como recoge el expediente de la operación contable.
El Consello de Contas criticó el abuso de la Consejería de Sanidad de las modificaciones presupuestarias. En su informe de las cuentas autonómicas de 2015, reprochó al Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo su presupuestación a la baja de gastos previsibles para luego elevarlos bien con trasvases de fondos entre partidas o con inyecciones directas. Ese mismo año las modificaciones presupuestarias del Sergas sumaron 522 millones.
Sin embargo, parece que esta política ha ido cambiando. Si en 2015 el Sergas inyectó 125,7 millones adicionales para pagar nóminas de su personal, en 2018 la cifra fue de 35,7 (un 75% menos).