La Asociación de Médicos Interinos de Galicia (Asmig), ha vuelto a denunciar la reiteración de los actos de violencia física y verbal contra médicos y enfermeros en Galicia por parte de pacientes o familiares. Según desarrolla Asmig en un comunicado, en el primer semestre del año se contabilizan 174 agresiones, superando las 172 denunciadas “en todo el año 2016”. De mantenerse el nivel de violencia, “al finalizar este año podrían contabilizarse “el doble de ataques” a sanitarios en la comunidad gallega. Para la asociación, estos datos “dejan en evidencia la absoluta indolencia del Sergas a la hora de defender a sus profesionales”.
Por otra parte, Asmigcritica los cambios anunciados por el consejero de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, de introducir la figura del “interlocutor” en materia de seguridad, por “no haber contado con la colaboración de las asociaciones profesionales en su elaboración”. En este sentido, añade, la consejería “se ha visto obligada a su pesar a sumarse a las nuevas directrices de seguridad, que en ningún caso han sido impulsadas por las autoridades sanitarias, sino policiales”. Galicia ha sido la última comunidad autónoma en anunciar esta medida, y lo ha hecho “a regañadientes, tarde, mal y a rastro, sin convencimiento, y obligada por la inercia del resto de las autonomías”.
“Los datos dejan en evidencia la absoluta indolencia del Sergas a la hora de defender a sus profesionales"
En el documento, además, Asmig sugiere al Sergas que sus propios servicios jurídicos respalden todas las denuncias presentadas y que sean los propios abogados de la empresa quienes presenten las denuncias en nombre de sus trabajadores en las comisarías de Policía y Guardia Civil. “De momento, tan solo se encuentra cierto apoyo en los casos de agresiones físicas graves”, comenta. Es en este primer nivel donde la sanidad gallega “debe mejorar sus prestaciones, sin echar balones fuera y descargando toda la política de seguridad en unos supuestos super policías con un protocolo que ni siquiera ha sido elaborado. La caridad bien entendida empieza por uno mismo”.
Sin embargo, Asmig felicita al titular de Sanidad por el “compromiso acerca de extender a todos los profesionales sanitarios lo dispuesto en el artículo 43 de la vigente Ley de Saúde”, que impone multas elevadas por este tipo de agresiones, pero que hasta el momento “únicamente protegían a las autoridades y sus agentes”, estableciendo “una intolerable discriminación que dejaba a médicos y enfermeros en el medio de ningún sitio”. Hace unos días, la asociación insistió en la necesidad de incluir esta mejora en la nueva Ley de Saúde, que se está tramitando en estos momentos, lo que supondrá, según concluye el comunicado, que “quienes sufren en sus propias carnes la violencia sanitaria y defienden día a día la sanidad pública a costa de su propia salud, tengan la misma defensa legal que los que pisan moqueta en los despachos y en su vida han visto de cerca el siniestro rostro de los agresores”.