El consejero de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, ha anunciado esta semana que Ferrol contará antes del verano con una unidad de diagnóstico y asesoramiento de las patologías derivadas de la exposición al amianto de referencia para todos los pacientes que tienen cobertura del Sergas. Casi la práctica totalidad de los casos de estas patologías se concentra en el área sanitaria ferrolana.
Almuiña ha afirmado que para esta nueva unidad se va a contratar un neumólogo, un profesional de enfermería y un auxiliar de enfermería, además de un auxiliar administrativo. También se contempla la adquisición de equipación específica para la realización de pruebas complejas.
El área sanitaria de Ferrol cuenta actualmente con una consulta específica que atiende alrededor de 1.050 pacientes al año
En concreto, Almuiña se refirió a los objetivos estratégicos que persigue esta unidad y entre los que destacó la ampliación de la cartera de servicios, conseguir una óptima coordinación asistencial con atención primaria, garantizar la seguridad de las intervenciones o fomentar la investigación clínica de alto nivel. También mencionó la orientación de la actividad hacia las necesidades de los pacientes, asegurando la equidad en el proceso de atención sanitaria.
La creación de esta unidad también dará respuesta a las demandas realizadas desde la Asociación gallega de víctimas del amianto (AGAVIDA) y de las organizaciones sindicales participantes en la comisión de seguimiento del programa de trabajadores expuestos al asbesto, constituida en la EOXI de Ferrol.
Actualmente, ha dicho el consejero, existe una consulta específica para atender a las personas afectadas por la exposición al asbesto, que cuenta con un neumólogo y otro personal sanitario como un profesional de enfermería y un auxiliar. En ella son atendidos anualmente alrededor de 1.050 pacientes con 1.100 consultas, 1.077 pruebas de función respiratoria, 193 tomografías computerizadas (TACs) y 608 radiografías de tórax.
Almuiña recordó que en Galicia ya se está desarrollando desde el año 2001 un Programa Integral de vigilancia de la salud de los trabajadores que estuvieron expuestos el asbesto. Por una parte se elaboró un registro en el que se incluyeron tanto los trabajadores activos como los que ya estaban de baja de las empresas, siempre con la idea de que un diagnóstico correcto y un manejo temprano son puntos clave para el pronóstico de la enfermedad.
Por otra parte, se creó el programa específico de seguimiento de postexpuestos por lo que se remitieron cartas dirigidas tanto a los trabajadores afectados como a los profesionales que debían evaluarlos para iniciar reconocimientos médicos, y con indicación de que las patologías detectadas debían derivarse al hospital para seguimiento.