En mayo de 2017, el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense se convirtió en el primer centro público de España con un gorro frío para frenar la caída del cabello por causa de la quimioterapia.
Este dispositivo pionero ha beneficiado, en dos años, a más de setenta pacientes en tratamiento por un tumor. Según ha declarado a El Faro de Vigo David Arias, médico residente en el CHUO, "hay pacientes que dicen: Me han salvado la autoestima".
Se trata de un gorro de silicona que se coloca cubriendo el cuero cabelludo y por el que circula un fluido a muy baja temperatura que produce una vasoconstricción y enfría las células del cuero cabelludo
Concretamente, se trata de un gorro de silicona que se coloca cubriendo el cuero cabelludo y por el que circula un fluido a muy baja temperatura que produce una vasoconstricción y enfría las células del cuero cabelludo. Esa zona queda adormecida durante unas horas, lo que permite que el quimioterápico tenga una incidencia menor.
"En muchas ocasiones, en la consulta ya te preguntan el primer día, con miedo, si se les va a caer el pelo. El cansancio, las náuseas y los vómitos son toxicidades que los pacientes de cáncer se esperan porque saben que los fármacos producen una serie de interacciones. Con el pelo es volver a casa tras la quimioterapia, mirarse al espejo y ver que se ha caído; es un recordatorio constante de la enfermedad", ha indicado Arias.