Consejos del Colegio de Podólogos de Galicia sobre calzado para un Camino de Santiago saludable

El Colegio de Podólogos de Galicia aconseja a los peregrinos utilizar calzado de trekking, ya usado y adaptado al pie, pero sin desgaste o deformación, y “con espacio suficiente para los dedos”

El Colegio de Podólogos de Galicia aconseja sobre el calzado adecuado para el Camino de Santiago (Foto: Freepik)
El Colegio de Podólogos de Galicia aconseja sobre el calzado adecuado para el Camino de Santiago (Foto: Freepik)
Cristina Garay
15 julio 2024 | 13:30 h
Archivado en:

El Camino de Santiago continúa batiendo sus propias marcas, sumando casi 200.000 peregrinos en este primer semestre de 2024 según las estadísticas de la Oficina del Peregrino, cifras récord que ya el pasado año se alcanzaron al registrar la llegada a Compostela de 446.039 peregrinos. Esta multitudinaria presencia de peregrinos en todas las rutas de peregrinación aumenta todavía más en los meses de verano, y también la peregrinación de personas que no han preparado sus pies para las intensas y diarias caminatas. Es por ello que el Colexio de Podólogos de Galicia (COPOGA) ofrece una serie de recomendaciones para procurar que los pies de los peregrinos lleguen en el mejor estado posible a la Praza do Obradoiro de Compostela.

Como cuidados básicos del pie, el Colexio señala que, durante las rutas de peregrinación, cualquier alteración puede producir una lesión de gran importancia, por eso destaca que es conveniente que un podólogo realice al futuro peregrino, con anterioridad al inicio del Camino, un estudio biomecánico para observar si la marcha es normal o presenta alteraciones y recomendaciones sobre el calzado que debe utilizarse.

Con los pies como protagonistas del Camino, las podólogas y podólogos gallegos recuerdan los elementos esenciales para hacer una peregrinación satisfactoria y sin grandes complicaciones podológicas. Recomiendan realizar un entrenamiento previo al inicio del Camino, con la indumentaria y toda la equipación que se va a utilizar durante la peregrinación, sobre todo las personas que no están acostumbradas a caminar largas distancias.

El pasado año se alcanzaron al registrar la llegada a Compostela de 446.039 peregrinos

Así, aconsejan utilizar calzado de trekkingya usado, con suela amortiguadora de más altura en el talón que en el antepié para evitar sobrecargas de la musculatura posterior de la pierna, pero sin que presente desgaste o deformación, y siempre con "espacio suficiente para los dedos" y con una buena sujeción a nivel de tobillo. “El calzado debe mantenerla estabilidad de nuestros pies aportándonos sujeción para así minimizar el riesgo de lesiones”, comenta la presidenta del Colexio de Podólogos de Galicia, Ana Requeijo.

Otro aspecto fundamental para proteger los pies durante la peregrinación son los calcetines, que deben permanecer secos para evitarla aparición de hongos y ampollas. Recuerdan que es preciso tener en la mochila más de un par de calcetines a mano. En este punto, las podólogas y podólogos aclaran que, si los pies sudan mucho o se recalientan con las altas temperaturas del verano, no se debe dudar en cambiar los calcetines en medio del trayecto.

Aconsejan, también usar calcetines técnicos y de algodón sin costuras, que se adapten al pie en formar arrugas o dobleces. Además, en caso de que fuese necesario, pueden usarse productos secantes o astringentes específicos para los pies.

Otro aspecto fundamental para proteger los pies durante la peregrinación son los calcetines, que deben permanecer secos

En los descansos que se realizan durante la jornada jacobea, el COPOGA recomienda usar sandalias con sujeción para descansar los pies y que transpiren, tanto en las paradas como en el fin de la ruta, tras todo el día caminando una media de entre 25 y 30 kilómetros, así como chancletas en caso de usar duchas públicas. Otros consejos hacen referencia al uso de bastones para tener más estabilidad y descansar entre 5 y 10 minutos cada hora.

Además, el Colegio recomienda a todas las peregrinas y peregrinos del Camino de Santiago llevar un pequeño botiquín de urgencias en la mochila ante cualquier posible riesgo de heridas, “ya que una simple ampolla mal tratada puede infectarse, causar dolor y cambiar el patrón de la marcha y así lesionarnos obligándonos incluso a tener que abandonar la peregrinación”.

Este kit debe incluir una crema hidratante, vaselina pura o lubricante, antiséptico cutáneo para evitar infecciones en heridas o ampollas, apósitos para cubrir estas lesiones, es decir, apósitos de segunda piel, fieltros o simplemente gasas y esparadrapo, así como polvos astringentes para controlar la sudación.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído