La nueva consejera de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, Sara García Espada, cumple su primer mes en el cargo. El pasado 20 de julio fue designada por la presidenta autonómica,María Guardiola, para llevar las riendas de la Sanidad extremeña bajo la convicción de que "conoce perfectamenteelcontexto sanitario extremeño, tanto del lado de la atención del paciente como de las necesidades de los profesionales". Una realidad que la facultativa especializada en Medicina Familiar y Comunitaria y diplomada en Enfermería ha comenzado a enfrentar de cara a aplicar las mejoras que su región demanda.
La iniciativa más reciente del departamento de García ha tenido que ver con el calendario vacunal. Así, este mismo miércoles se conocía que el Servicio Extremeño de Salud (SES) vacunará por primera vez contra la gripe a menores de entre seis meses y cinco años. Una administración general que alcanzará a unos 29.000 niños, y que dará comienzo con la llegada del otoño –previsiblemente octubre-. De esta manera, se aumenta la población extremeña protegida contra la gripe. Una patología que afecta con mayor severidad a las personas de avanzada edad, pero que es mejor evitar a cualquier segmento de edad.
Parece el momento perfecto para fortalecer la Atención Primaria, incorporar a más profesionales sanitarios y abordar la reducción de las listas de espera del territorio
En apenas un mes al frente de la Consejería la nueva responsable sanitaria no ha tenido tiempo suficiente para emprender por el momento las importantes estrategias que habrán de adoptarse durante la presente legislatura para responder a los desafíos del SES. Sin embargo, sí están sobre la mesa algunas iniciativas que han sido avanzadas por el nuevo Gobierno autonómico y que Sara García deberá liderar. Esta legislatura que deja atrás los estragos de la pandemia de Covid-19 y sus dañinos efectos en la Sanidad parece el momento perfecto para fortalecer la Atención Primaria, incorporar a más profesionales sanitarios y abordar la reducción de las listas de espera del territorio.
En esta línea, está sobre la mesa de la consejera de Salud sacar adelante la nueva Ley de Salud de Extremadura. Un marco normativo en materia sanitaria que pretende aglutinar las voluntades de todos los implicados. De hecho, entre los retos que conlleva sacar adelante esta norma está el hecho de queSara Garcíatendrá que poner de acuerdo al conjunto de partidos políticos de la oposición en este proyecto. La propia presidenta extremeña avanzó durante el debate de investidura que pretendía “sentarse” con todas las formaciones para llevar este pacto.
UN PACTO POR LA SANIDAD
De esta manera, uno de los principales focos sobre los que orbitará el mandato de la consejera de Salud será acometer el logro de construir una ley que cuente con el apoyo de todos los partidos políticos, así como de las distintas partes implicadas en el buen funcionamiento de la Sanidad en la región. Para ello, el debate estará abierto a a políticos, profesionales, agentes sociales y asociaciones de pacientes, llamados desde el nuevo Gobierno a aportar su granito de arena y formalizar un acuerdo que pueda perdurar en el futuro. Algo que el recién nombrado Ejecutivo ve como un “deber institucional”.
Garantizar “una atención digna, que mejore las infraestructuras básicas y que reconozca a los profesionales sanitarios en todas las áreas de salud de la región”
La planteada Ley de Salud de Extremadura propone adaptarse a las nuevas realidades de la población en la actualidad y garantizar “una atención digna, que mejore las infraestructuras básicas y que reconozca a los profesionales sanitarios en todas las áreas de salud de la región”. El objetivo de la Consejería es dar respuesta a todo aquello que no funciona actualmente en el Servicio Extremeño de Salud y “blindar la sanidad pública, universal, gratuita, sostenible, integrada, equitativa y de calidad”, según han trasladado.
ASEGURAR LA COBERTURA
La gestión de Sara García al frente del SES tiene en el horizonte otro importante desafío, marcado por las circunstancias demográficas de su población. Como ocurre en muchas CC.AA., Extremadura tiene que enfrentar el creciente envejecimiento de la población, especialmente acrecentado en sus amplias zonas rurales. Ante esta radiografía de una sociedad cada vez de mayor edad, más aquejada de problemas crónicos que requieren una singular atención y repartida en pequeñas localidades a lo largo de su geografía; las políticas de equidad de acceso a la Sanidad cobran una mayor fuerza.
"La salud es uno de los más importantes compromisos del Estado del Bienestar” y, por tanto, “es obligación de las administraciones garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso"
La presidenta, María Guardiola, reseñaba de cara a la nueva legislatura que "la salud es uno de los más importantes compromisos del Estado del Bienestar” y, por tanto, “es obligación de las administraciones garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios médicos y a los tratamientos que necesitan, independientemente del lugar de residencia". Una declaración de intenciones que, más allá de las palabras, la Consejería de Salud y Servicios Sociales deberá plasmar en medidas efectivas para asegurar esta oportuna cobertura asistencial.
Entre las iniciativas sobre la mesa surge la incentivación de las plazas de difícil cobertura para paliar la ausencia de efectivos en muchos centros de salud, especialmente rurales. No en vano, durante la última convocatoria de plazas MIR, Extremadura –junto a Navarra- lideró el número de vacantes en Atención Primaria sin cubrir (36 vacías de las 98 ofertadas). En este nuevo marco de la Primaria, la apuesta de García Espada se centrará en apostar por la asistencia rural, lo cual va asociado a una mayor inversión en transporte sanitario para conectar los pequeños municipio con los centros de atención. Abordando, además, las problemáticas de salud mental y soledad no deseada.
LISTAS DE ESPERA
Un último reto que la Consejera de Salud no podrá demorar es la reducción de las listas de espera. Para ello, algunas de las líneas de actuación en su agenda son la creación de un nuevo sistema de listas únicas y voluntarias, con el que los usuarios dispondrán de libre elección a la hora de ser atendidos en lugares fuera de su área sanitaria, "potenciando la eficiencia"; así como la puesta en marcha de una "lista 0" de pacientes sospechosos de procesos oncológicos, para que tengan una única vía rápida dentro del sistema.