El consejero de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, hace balance del año en el anuario Consalud 2023 destacando el esfuerzo de todo el sistema por intentar volver a la normalidad después de la pandemia y coloca a la salud mental como uno de los grandes retos que tiene la región por delante.
¿Qué balance sanitario hace de este 2022?
La sociedad ha vivido un shock y de ese shock la sociedad ha salido más exigente, dándole más importancia a la salud y necesitando de la sanidad más que antes de la pandemia. El control de las enfermedades crónicas, las pruebas diagnósticas, las intervenciones quirúrgicas o las consultas pendientes se han incrementado, y la afectación de la esfera de la salud mental, más en los jóvenes, han supuesto un auténtico desafío.
A esto se ha unido un sistema sanitario que necesariamente, tras estos dos largos años, se ha vuelto a acostumbrar a atender a lo agudo y a un modelo más asistencialista y menos basado en la prevención. Y todo con una falta de especialistas muy importante.
En tercer lugar, han irrumpido nuevas formas de relacionarse, no presenciales, con los sistemas sanitarios. La conjunción de todo eso ha generado un Sistema Nacional de Salud “herido”, necesitado de atención y de recuperación de la normalidad. Afortunadamente hemos tenido la gran participación de la Unión Europea y del Gobierno de España en el afrontamiento de esta crisis, que si bien es verdad se verán los resultados en los próximos años, este 2022 ha supuesto un esfuerzo muy importante en la gestión y en la política. Debería haber sido el año de la cohesión en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y mayoritariamente lo ha sido. En definitiva, un año complejo y que esperemos que sea la transición perfecta para un 2023 tendente a una recuperación de los efectos de la pandemia sobre esa gran armadura con la que hemos salido a luchar contra el virus y que ha sido y es el Sistema Nacional de Salud.
¿Cuáles han sido los principales retos de 2022, después de dos años de pandemia?
El gran reto ha sido asumir la atención sanitaria con toda la demanda oculta por la pandemia y con la falta de especialistas. Ese es el gran reto desde la garantía del derecho a la protección de la salud. Otro de los retos ha sido gestionar los fondos Next-Generation que conllevan una mejora sustancial, pero que su gestión y aprovechamiento suponen esfuerzos importantes desde la política y la gestión. Y el tercer reto es recuperar el papel salutogénico del sistema sanitario. Incluyo en este reto el afrontamiento de los problemas de salud mental de la población, y sobre todo de la juventud.
¿Cuál es el compromiso de la Consejería en la descarbonización del sector salud?
Más que un compromiso es una obligación. El clima influye en la salud de la población de forma decidida. La apuesta por la descarbonización es dejar un mundo mejor para los que vendrán detrás de nosotros. El autoconsumo energético, las fuentes de energías renovables, la gestión de los residuos del sector sanitario y la apuesta por la sostenibilidad medioambiental es un reto que tenemos que afrontar desde el sector salud. Pero en la pregunta anterior hablaba del papel salutogénico de Sistema Nacional de Salud, pues esa generación de salud debe incluir los esfuerzos en promocionar la salud desde el punto de vista medioambiental, concienciar que la descarbonización es necesario incluirla en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.
La Atención Primaria ha sido uno de los niveles asistenciales más afectados por la pandemia, ¿de qué manera la están reforzando?
La Atención Primaria de Salud venía con necesidades de reforma en algunos aspectos desde antes de la pandemia. De hecho en el año 2019 se publica el Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria. Este Marco estratégico se tuvo que publicar en el BOE, ya que hubo consejeros y consejeras que abandonaron el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Cuestión que considero absolutamente irresponsable y uno de los episodios más lamentables para la cohesión del Sistema Nacional de Salud, y sabíamos de la necesidad de reformarla, así como de la necesidad de reforzarla.
Tras este incidente que prefiero olvidar, cuando todo estaba preparado para poner en marcha y desplegar el citado marco estratégico, acontece la pandemia en su fase más virulenta. Todo el sistema nacional de salud ha estado castigado y la atención primaria de salud es el eje vertebrador del sistema. Por primera vez en toda la historia, la Unión Europea gracias a esfuerzos como el del Gobierno de España permitió que a través de los fondos React-EU se pudiera reforzar, con objeto de afrontar la pandemia.
Fondos que tenían un fin y que desaparecieron cuando desapareció la fase más aguda de la pandemia. Afortunadamente, esa vivencia de la sobrecarga de la atención primaria de salud, así como la necesidad de especialistas que está siendo síncrona con el pico de jubilaciones, ha despertado la necesidad de los que entonces abandonaron el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud por el Plan de Acción de Atención Primaria de Salud. Y esa es la hoja de ruta de Extremadura, desde la negociación colectiva y desde el refuerzo de una atención primaria de salud necesitada.
"Esa es la hoja de ruta de Extremadura, desde la negociación colectiva y desde el refuerzo de una atención primaria de salud necesitada"
Hemos incrementado las plazas en nuestra Facultad de Medicina, hemos ofertado todas las plazas de medicina familiar y comunitaria en la formación sanitaria especializada, hemos recuperado derechos laborales como las 35 horas, la carrera profesional, estamos trabajando en el estatuto del tutor, en un nuevo reglamento de equipos de atención primaria, hemos reforzado como nunca el sistema de vigilancia epidemiológica, hemos puesto en marcha la estrategia de salud comunitaria.
En 2023 los esfuerzos serán mayores para mejorar este nivel de atención, que para nosotros es el eje vertebrador del sistema, el “geolocalizador” de Salud, donde se debe dar respuesta a las necesidades de especialistas, de personal de enfermería, de fisioterapeutas, incluyendo las zonas de difícil cobertura. Pero además se deben seguir recuperando los derechos laborales perdidos en 2012. Comenzar a adaptar el mapa sanitario al reto demográfico. La revisión para un nuevo mapa sanitario centrado en la Ley de medidas ante el reto demográfico y territorial de Extremadura, debe ser un objetivo a conseguir.
Pero el reto más importante es volver a hacer del trabajo de nuestros profesionales un trabajo que permita combinar la atención de los problemas de salud agudos con los problemas de salud crónicos. Han sido más de dos años muy duros, donde a nuestros profesionales les hemos pedido que atiendan lo agudo y lo urgente, y eso ha generado un cambio en la orientación del sistema, por lo que hay que volver a cambiar el ritmo. Recuperar la demanda oculta que se ha producido en el sistema, con especial relevancia de los problemas de salud donde el tiempo es importante para el tratamiento y el pronóstico. La salud mental tiene un papel muy destacado. El refuerzo de los recursos comunitarios en el abordaje de estos problemas, así como “rescatar” a la juventud de una etapa importante de su vida perdida, es clave.
¿Cuál son los objetivos de la Consejería para 2023?
Ejecutar los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya que eso es mejorar la obsolescencia tecnológica, mejorar infraestructuras, mejorar la atención primaria de salud y conectar de verdad lo social y lo sanitario. Además de cumplir con la Ley General de Salud Pública. Apostar de forma decidida por un nuevo Plan de Ordenación de Recursos Humanos en el Servicio Extremeño.