Las hernias suelen presentarse al nacer o por el contrario aparecen a lo largo de los años. Entre las principales causas que provocan la aparición de hernias se encuentran el levantamiento de objetos pesados, hacer demasiada fuerza cuando vamos al baño o realizar cualquier actividad que eleve la presión dentro del abdomen.
Para su tratamiento la cirugía de la hernia de pared abdominal suele ser uno de los tratamientos realizados con mayor frecuencia en cualquier servicio de cirugía general de los hospitales, llegando a ser hasta un 50% del total de operaciones realizadas.
Precisamente, ante esta prevalencia, el Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz puso en marcha una 'Unidad de Cirugía de Pared Abdominal', como subespecialidad para el tratamiento de estas patologías, bajo la dirección del doctor Gonzalo Martín Becerril.
El Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz puso en marcha una 'Unidad de Cirugía de Pared Abdominal', como subespecialidad para el tratamiento de estas patologías
Según ha explicado este facultativo, experto en cirugía, las hernias de pared abdominal se originan como consecuencia de una rotura o debilitamiento en alguno punto de la pared muscular del abdomen. De esta forma, causado por ese debilitamiento y por la presión de los órganos internos, se produce, a través de la pared del abdomen, la salida de un “saco herniario” (normalmente grasa o parte de algún órgano recubierto de peritoneo) que se manifiesta como un “bulto”.
Las hernias de pared abdominal suelen manifestarse en zonas de debilidad anatómica, especialmente ingles y ombligo, aunque pueden aparecer en otras localizaciones menos típicas. Son frecuentemente asintomáticas o mínimamente sintomáticas, que no provocan ninguna o casi ninguna molestia, y que sólo se manifiestan como un bulto que aparece y desaparece al comprimirlo, típicamente en actividad y reposo respectivamente. En otros casos, son claramente sintomáticas, que duelen o molestan de alguna manera y que interfieren en la vida normal del paciente, en ocasiones siendo muy incapacitantes.
En los casos más extremos, pueden llegar a hacerse “incarceradas”, en las que no se puede reintroducir el contenido del saco a la cavidad abdominal, o incluso “estranguladas” en las que por compresión de los tejidos herniados no les llega el riego sanguíneo, llegando a provocar la necrosis del intestino y su perforación, situación que requiere una operación urgente.
CIRUGÍA ABIERTA CLÁSICA O LAPAROSCÓPICA
El doctor Gonzalo Martín Becerril ha explicado que el objetivo de la cirugía es “cerrar” el defecto de pared, de manera estable y definitiva, impidiendo la salida del saco herniario. La “hernioplastia”, que es como se denomina este tipo de operación, consiste en la reintroducción del saco de la hernia en el interior de la cavidad abdominal y la colocación en la zona del defecto de una malla de material sintético que, al integrarse en los propios tejidos de la pared reparada, impedirá que la hernia pueda volver a salir.
La colocación de esa malla se puede realizar con la técnica de cirugía abierta o “clásica” con incisión en la zona donde se encuentre la hernia que permita al cirujano llegar al defecto desde la piel y proceder a su reparación “desde fuera” o se puede realizar a través de cirugía laparoscopia que permite la reparación de la zona con pequeñas incisiones por las que se introduce una cámara que permite al cirujano ver el interior en un monitor e introducir los instrumentos y malla necesario para la reparación. A diferencia de la cirugía clásica, en esta se realiza “desde dentro”.
PREDISPOSICIÓN GENÉTICA Y LOCALIZACIÓN
En cuanto a por qué se producen las hernias, el responsable de la Unidad de Pared Abdominal ha explicado que hay hernias que son congénitas, motivados por una malformación desde el mismo momento del nacimiento de la persona, aunque pueda manifestarse tiempo más tarde. "Son patologías frecuentes en Cirugía Pediátrica, siendo algunas corregidas espontáneamente durante el crecimiento y otras necesitando operación", apuntan desde el centro.
La mayoría son adquiridas, que aparecen ya en los adultos y aunque con una base genética de predisposición, se relacionan frecuentemente con aumento de la presión intrabadominal en diversas situaciones desencadenantes, como ciertas actividades profesional o deportiva que requieren esfuerzos excesivos con la pared abdominal, o pacientes con problemas crónicos de tos, fumadores, dificultad al orinar, estreñimiento, obesidad,…
La mayoría son adquiridas, que aparecen ya en los adultos y aunque con una base genética de predisposición, se relacionan frecuentemente con aumento de la presión intrabadominal en diversas situaciones desencadenantes
Otro gran grupo de hernias abdominales son las llamadas “hernias incisionales” o “eventraciones”, que surgen por la debilidad de la pared abdominal por defectos de la cicatrización de heridas producidas en operaciones previas.
Por último, el cirujano ha explicado que las hernias tienen una u otra denominación según su localización en el abdomen. Las hernias inguinales y femorales (también llamadas crurales) aparecen en diferentes zonas de la región inguinal. Las hernias de la línea media, como las umbilicales (en el ombligo) o las epigástricas (más arriba del ombligo), aparecen en la línea media del abdomen entre el pubis y el esternón.
Las hernias laterales, más infrecuentes, aparecen en diferentes puntos específicos de debilidad anatómica de los lados del abdomen. Por último, las hernias incisionales pueden aparecen bajo cualquier tipo de cicatriz de cirugía abdominal previa, incluso en las pequeñas cicatrices de cirugía laparoscópica.
"En base a las características del paciente y de su hernia, el cirujano se encargará de determinar cuál es la técnica más conveniente de forma personalizada. Tras la intervención y dependiendo de cada caso, el paciente volverá a casa en el mismo día o al día siguiente. En los casos más complejos puede necesitarse un ingreso más prolongado", indican.
La reincorporación a la actividad física habitual será progresiva y en tiempos entre pocas semanas y varios meses, dependiendo del tipo de hernia, del tipo de operación y de características individuales de cada paciente. Debe ser monitorizada por el propio cirujano y en ocasiones, dirigida por fisioterapeutas.