La resaca electoral del 28M en Extremadura, donde Guillermo Fernández Vara vio complicarse su continuidad en el cargo de presidente autonómico, le llevó en un primer momento a desistir de continuar su carrera política. Sin embargo, tras un análisis más calmado, ha decidido dar un paso atrás en este desistimiento. El actual responsable extremeño aspiraba a su cuarta legislatura al frente de la Junta, pero a pesar de haber ganado las elecciones por 6.000 votos respecto al Partido Popular de María Guardiola, la suma de estos con Vox le ponía inalcanzable reeditar su puesto.
En concreto, el PSOE consiguió 28 escaños –los mismo que el PP- en los comicios que, sumados a los 4 de Podemos, no alcanzaban los 33 necesarios para la mayoría absoluta. Una cifra que el bloque de centro-derecha si logró. Por ello, diferentes informaciones apuntaban a que Vara daría un paso a un lado para retomar su carrera como médico forense y abriría las puertas a una nueva cara en el seno socialista. Una circunstancia que se ha apresurado a desmentir tras su comparecencia posterior al Comisión Ejecutiva Regional del PSOE, donde ha asegurado que su prioridad es "intentar gobernar Extremadura" y si esto no fuera posible, afirmó que facilitaría el relevo en la Junta.
Aseveró que "falta por saber es si puede gobernar quién ganó las elecciones, o van a gobernar los que han perdido"
Un mensaje muy diferente al que traslado tras las elecciones del domingo, cuando aseguró haber "fracasado" y asumió personalmente los decepcionantes resultados. Así que en estos momentos Vara ha trasladado su convicción decidida por luchar por la presidencia de la Extremadura llegado el caso de que "los perdedores", como calificó al PP y a Vox, no lograran alcanzar finalmente un acuerdo. Una circunstancia que si bien es cierto parece improbable. En esta línea, aseveró que "falta por saber es si puede gobernar quién ganó las elecciones, o van a gobernar los que han perdido".
De esta manera, Fernández Vara se presentará a la investidura para optar a ser presidente por cuarta vez, un giro de 180º grados en la dirección que apuntaba tras los comicios del domingo. Para ello, primero deberá tomar el acta de diputado cuando se produzca la constitución del parlamento extremeño.